Uno de los postulados más absurdos de las doctrinas del contagio es la averiguación del origen, las personas o el lugar en el que surgió la infección. El “paciente cero” es idéntico a la zona cero de un seísmo. Todo estaba bien antes de llegar la sacudida. Antes del “paciente cero” todos estaban libres de cualquier patógeno y a partir de ahí empezó a circular y a multiplicarse de unos a otros.
Los hechos demuestran con bastante claridad que la concepción es errónea, que el coronavirus ya existía, tanto en animales como en seres humanos y que jamás había ocasionado ninguna enfermedad.
Las muestras de aguas residuales que se conservan en numerosas ciudades del mundo, incluida España, presentan coronavirus al menos desde el año pasado.
Sin embargo, la doctrina del contagio necesita un punto de partida y en el caso del coronavirus creía haberlo encontrado en Wuhan, un hallazgo que no pudo ser más oportuno.
Ahora la OMS, que cambia de chaqueta cada semana, duda que el origen de la pandemia estuviera en Wuhan, que sólo fue “un punto de amplificación”. Una vez más, la cuestión no es sólo científica porque “tiene unas implicaciones geoestratégicas enormes” (1).
Por su parte, la Universidad de Milán asegura que el “paciente cero” surgió en Italia antes que en Wuhan y, por lo tanto, que la enfermedad circulaba mucho antes de finales de febrero, cuando se comenzaron a detectar los primeros casos en el norte de Italia.
El 21 de noviembre del año pasado un niño milanés de cuatro años ya tenía el coronavirus, pero creyeron que se trataba de sarampión, según publica la Universidad en la revista Emerging Infectious Diseasese (2).
El 30 de noviembre el niño fue trasladado a urgencias con síntomas respiratorios y vómitos y el 1 de diciembre aparecieron en la piel unas manchas muy parecidas a las del sarampión.
14 días después del inicio de los síntomas le realizaron una prueba para buscar si se trataba de sarampión y el resultado dio negativo.
La muestra se conservó en el hospital según el protocolo de la red de vigilancia de sarampión y rubeola y posteriormente fue sometido a la prueba del coronavirus y resultó positiva.
Pero si la explicación del virus y su detección es ambigua, la del covid-19 no le va a la zaga, porque se asimila a numerosos síntomas clínicos, como la enfermedad de Kawasaki o manifestaciones cutáneas comunes a otras infecciones virales, como el sarampión.
(1) https://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2020/12/14/origen-wuhan-26278228.html
(2) https://theobjective.com/el-paciente-1-de-coronavirus-en-italia-un-nino-infectado-en-noviembre-de-2019
Más información:
– Contagio: el ‘paciente cero’ surgió de Estados Unidos
– El coronavirus ya circulaba por Estados Unidos antes de que lo detectaran en Wuhan
– Durante décadas el coronavirus se ha propagado entre los seres humanos y nadie cayó enfermo nunca