El número de empresas declaradas en quiebra en Inglaterra y Gales se disparó un 43 por cien en agosto, según datos oficiales del gobierno. En agosto se produjeron 1.933 insolvencias, frente a las 1.348 del mismo mes del año pasado. Fue un 42 por cien por encima del nivel de agosto de 2019, antes de la declaración de pandemia.
Las empresas pasan cada vez más apuros a medida que los consumidores recortan el gasto en medio de una alta inflación. El gobierno ha intervenido con una congelación de los precios de la energía, pero el precio unitario que pagarán los hogares este invierno seguirá siendo bastante más del doble de los niveles de los últimos años.
Las empresas se enfrentan a presiones similares sobre los precios de la energía y otras subidas de costes. El gobierno ha prometido apoyo durante seis meses, pero la oficina de la Primera Ministra ha admitido que los detalles del paquete podrían no estar disponibles hasta dentro de varias semanas.
La patronal se ha quejado de que los retrasos en las ayudas pueden llevar a muchas empresas a la quiebra, al tener que hacer frente al aumento de los costes. Sin embargo, la recesión puede ser inevitable, a pesar de las ayudas públicas. El Banco de Inglaterra ha pronosticado una larga recesión, aunque sin tener en cuenta las subvenciones del nuevo gobierno.
Según Kallum Pickering, economista de Berenberg, un banco de inversiones, «aunque la fijación de los precios de la energía al consumo, así como los posibles recortes a corto plazo de los impuestos, suavizarán el impacto en los ingresos reales, sólo pueden amortiguar la recesión y no evitarla por completo».
Las ventas minoristas cayeron más de lo esperado en agosto, lo que aumenta la preocupación por la crisis económica británica. La libra esterlina alcanzó el nivel más bajo en 37 años frente al dólar estadounidense.
En los últimos dos años y medio las empresas británicas estuvieron protegidas de la crisis económica por el apoyo sin precedentes del gobierno durante la pandemia. Eso incluía los ERTE, que pagaba los salarios de los trabajadores sometidos a los confinamientos, y una serie de préstamos.
La pandemia disimuló las quiebras durante un tiempo, alcanzando un mínimo de menos de 750 al mes en febrero de 2021. Luego los impagos de empresas volvieron a aumentar notablemente.
—http://www.theguardian.com/business/2022/sep/16/companies-declared-insolvent-in-england-and-wales-jump-by-43