El coronel Gulmurod Jalimov |
El coronel Jalimov fue entrenado en su país por Estados Unidos en lucha antiguerrillera, e incluso ha viajado a Estados Unidos en varias ocasiones para recibir entrenamiento militar en su especialidad de francotirador.
En abril del año pasado el coronel abandonó el ejército tayiko, donde dirigía una unidad paramilitar de la policía, para incorporarse al Califato Islámico en Irak.
En Tayikistán fue acusado de traición e incluido en la lista de las personas más buscadas.
El Califato Islámico no ha anunciado oficialmente el nombramiento por el temor de que pueda convertirse en objeto de los ataques aéreos rusos. La mayoría de los jefes de más alto rango se encuentran en Siria. Por el temor a ser descubiertos y asesinados prefieren no aparecer en público.
El yihadista Gulmurod Jalimov |
La biografía de “El Checheno” es igual a la de Jalimov. Fue sargento del ejército de su país, siendo entrenado por
las fuerzas especiales de Estados Unidos para combatir a Rusia, según un
informe de la agencia de prensa McClatchy que ya comentamos en este mismo blog.
En cierta forma la Guerra de Siria es, pues, una continuación de las guerras del Cáucaso con las que en los años noventa los imperialistas trataron de continuar la tarea de destrucción de Rusia a través de los mismos intermediarios: los yihadistas.
Los lazos se pueden seguir rastreando en Ucrania, uno de los supermercados en los que el Califato Islámico compra sus armas, lo cual tampoco hubiera sido posible sin el golpe de Estado de febrero de 2014 cuyo origen último radica siempre en el mismo lugar: Estados Unidos.
Más información:
– La yihad en Rusia