La revista estadounidense Foreign Affairs es la portavoz del imperialismo estadounidense. Su director es Robert Kagan, marido de Victoria Nuland, la organizadora del Golpe de Estado en Ucrania en 2014. Acaba de publicar un artículo cuyo título no puede ser más interesante: “El precio de la hegemonía” (*) y cuya conclusión está lejos de la papilla que los tertulianos venden en los platós de televisión: “Aunque es obsceno culpar a Estados Unidos del ataque humano de Putin a Ucrania, insistir en que la invasión no fue provocada es engañoso”.
Kagan recuerda que en 1991, tres semanas antes de la independencia de Ucrania, el Presidente Bush denunció el “nacionalismo suicida de los independentistas ucranianos”.
La comparación de Kagan también es muy buena. Podría haber recurrido a la crisis de misiles en Cuba en 1963, pero se apoya sobre Pearl Harbor, cuyo ataque fue consecuencia de los esfuerzos de Estados Unidos por frenar la expansión japonesa en el continente asiático. Del mismo modo, la invasión rusa de Ucrania es una respuesta a la creciente hegemonía de Estados Unidos y sus aliados en Europa tras la Guerra Fría.
Ahora bien, en la jerga de Kagan, la hegemonía es diferente del imperialismo. Estados Unidos es un país hegemónico, pero no es imperialista. Además, confiesa Kagan, la hegemonía estadounidense está en declive.
Por su parte, Rusia está mucho menos amenazada por Occidente de lo que lo estaba la Unión Soviética. No es cierto, pero no está de más que alguien como Kagan admita que son Estados Unidos y sus aliados quienes amenazan a Rusia.
Rusia es una “oportunidad perdida”, dice. Lo mejor es que se hubiera resignado a aceptar someterse a la hegemonía estadounidense en la década de los noventa. Las aspiraciones rusas deberían haber sido cortadas de raíz, especialmente en 2008 en Georgia. “Es mejor que Estados Unidos se arriesgue a una confrontación con las potencias beligerantes cuando están en las primeras fases de ambición y expansión, no cuando ya han consolidado ganancias sustanciales”.
(*) https://www.foreignaffairs.com/articles/ukraine/2022-04-06/russia-ukraine-war-price-hegemony
Occidente EEUU, los cinco ojos + Europa está re configurando la dominación mundial a marchas forzadas. Sus jugadas, realizadas en los últimos veinte años, (ir más atrás, a pesar de ser una línea continúa, no porque había otra estructura de poder) por ellos mismos, les ha laminado la base de poder. La ascensión de China y la alianza estratégica con Rusia ha posibilitado un nuevo equilibrio estratégico mundial. Corriendo corriendo están armando a Formosa y el Japón. Pero ya es tarde: La economía mundial sustentada por China ha arrebatado a occidente amplias zonas dolarizadas mundiales que ya no dependen de este. Esta pequeña guerra en Ucrania está sirviendo de entrenamiento real para el ejército y la eficacia de las armas, sobretodo rusas porque las occidentales se utilizan poco o nada. La debilidad política de Europa, por su dependencia energética, hará romper las tirantes relaciones con EEUU. Luego estos se lanzarán a la guerra contra China y Rusia a través de Japón y Formosa.