Es tiempo más que suficiente como para, además de hacer balance, indagar por las causas y empezar a señalar con el dedo a los que escamotean las más claras evidencias bajo una red de tópicos y frases de “geoestrategia” vacía, de reparto del mundo o de contradicciones ficticias entre unas y otras potencias (“todos son iguales”).
Tampoco es suficiente aludir a la consabido argumento del petróleo, ni -por supuesto- la retórica de las ONG sobre la “dictadura” de Bashar Al-Assad.
El imperialismo está empeñado en destruir Siria porque siempre ha sido el eje central de la resistencia en Oriente Medio, muchas veces en las peores condiciones de aislamiento de los propios países árabes y pagando un precio muy elevado.
Desde su independencia, Siria mantuvo relaciones privilegiadas con la URSS que, a diferencia de otros países del Tercer Mundo, ha mantenido siempre invariablemente, admitiendo la existiendo de una base naval en el puerto de Latakia y enviado a sus soldados a instruirse en la academia militar de Moscú, como el propio Hafed Al-Assad, padre del actual presidente sirio, general de aviación formado en la URSS y cuyo segundo idioma era el ruso.
Siria siempre ha defendido la unidad de los países árabes y en los tiempos de Nasser llegó a fusionarse con Egipto para crear la República Árabe Unida.
Es uno de los pocos países, por no decir el único, que ha asumido la defensa de los intereses árabes, por ejemplo los palestino, como cosa propia, lo que le ha costado tres guerras con Israel en 1948, 1967 y 1973, aunque quizá sería mejor hablar de una guerra permanente con Israel, además de la pérdida de una parte de su territorio: los altos del Golán.
Cuando en 1975 nadie fue capaz de enfrentarse a la ocupación por Israel del sur del Líbano, fue el gobierno de Siria quien frenó una alianza de los cristianos con los sionistas y obligó a éstos retirarse. De esa manera no sólo liberaron a Líbano sino a los palestinos que estaban refugiados en el país.
El gobierno de Siria se volcó en apoyar a Hamas y fue un refugio para su dirección, incluido Jaled Mechaal, que vivió en Damasco durante 15 años, a pesar de lo cual en 2011 la organización palestina traicionó la confianza de los sirios.
Lo mismo cabe decir del PKK y otras organizaciones kurdas, que vivieron durante décadas bajo la protección del gobierno de Siria, al que finalmente acabaron traicionando.
El caso de Hezbollah e Irán también demuestra que en Oriente Medio los movimientos antimperialistas se unen a Siria, tanto como Siria a ellos.
Los ingleses, a principio del siglo XX, convirtieron a Irán en un país semicolonial. Formalmente independiente; los capitalistas ingleses acumularon capital explotando los recursos iraníes. En 1908 se funda la Anglo-Persian Oil Company, que posteriormente se convertirá en BP British Petroleum. Desde entonces, la injerencia de los capitalistas extranjeros en la política Iraní fue siempre humillante, a través de golpes de estado orquestados desde el exterior. En la conferencia de Teherán le preguntaron a Churchill por qué no estaba el anterior Sha, que había sido sustituido por otro, y Churchill respondió: “NOSOTROS LO PUSIMOS, NOSOTROS LO QUITAMOS”.
En 1953 los imperialistas americanos e ingleses depusieron a Mossadeq, quien fue un dirigente democráticamente elegido, conservador de derechas, nacionalista, el cual nacionalizó el petróleo iraní. Fue depuesto mediante golpe de estado y sustituido por el Sha Reza Pahlaví. Con esta jugada los americanos entraban como potencia dominante en Iran y socavaban el poder de Gran Bretaña, que era ya una potencia menguante. El Sha Reza Pahleví jugó un papel similar con respecto a Irán al que juega Felipe VI en el estado español: explotar a la población para sanear las cuentas del capitalismo, defender los intereses de burguesías extranjeras, evitando a los americanos el gasto de hacerlo directamente, y comprar todo el material bélico que le vendían los americanos a un precio desorbitado mientras el país se vive en la miseria ( salvo en palacio ). El premio noble de la paz, secretario de estado y miembro de la CIA Henry Kissinger, participó como miembro de la CIA en el golpe de estado que depuso a Mossadeq; una vez le preguntaron si era cierto que la CIA había organizado el golpe de estado en Irán empleando grandes sumas de diero y respondió que lo único que podía negar era que se habían empleado grandes sumas de dinero.
En este contexto hay que entender la revolución iraní de 1979, que fue la forma de sacudirse la dominación imperialista. A pesar de su carácter conservador, dio un zarpazo terrible a los imperialistas, pues les privó de una cantidad ingente de materias primas por las que prácticamente no pagaban nada. Además, les llevó a la inversión fallida de intentar recuperar Irán por la fuerza.
En aquella época el sistema capitalista estaba sumido en la crisis de superproducción de 1973 ( la mal llamada por los historiadores burgueses crisis del petróleo, dado que no fue producto de una causa externa que perturbó el sistema ( la OPEC ), sino interna: la superproducción). Esto imposibilitaba una reacción enérgica directa como en Vietnam en los años 60; de ahí que el imperialismo actuase indirectamente a través de Iraq, armando hasta los dientes a Saddam Hussein con armas occidentales, mediante créditos de incierto cobro. ( A la muerte de Saddam Hussein y disolución de su régimen los burgueses franceses se quedaron con muchos créditos impagados y los americanos se negaron a que el nuevo estado Iraqí pagase nada ).
Después de la revolución de 1979, vino la guerra de agresión imperialista indirecta conocida como guerra de Irán-Iraq, 1980-1988. En dicha guerra hubo un vencedor: las fuerzas de la resistencia Iraníes. El resultado fue la consolidación de la independencia total de Irán.
Hubo varias causas que llevaron a la victoria de los iraníes, entre ellas:
1. Las ansias por sacudirse la dominación extranjera, dado que era una lucha de liberación nacional. Los soldados iraníes estaban defendiendo su tierra, mientras que los soldados iraquíes estaban defendiendo los intereses de los capitalistas extranjeros: e ahí el ardor con el que luchaban los iraníes.
2. La cantidad y calidad en material y hombres del ejército colaboracionista del Shá Reza Pahlaví. Muchos se pasaron a la resistencia después del triunfo de la revolución, oficiales e incluso algunos generales bien formados por los americanos. Grandes cantidades de armas cayeron en manos Iraníes, las cuales habían sido fabricadas por los americanos con el propósito de oprimir y fueron empleadas precisamente en todo lo contrario: en liberar.
3. La abrumadora superioridad demográfica de Irán frente a Iraq.
4. La existencia de una dirección del país única, con una idea clara de los objetivos a alvcanzar y de cómo conseguirlos. Los clérigos iraníes de aquella época estaban muy bien formados, eran auténticos eruditos y filósofos; probablemente le diesen mil vueltas a sus contra partes americanos, tal vez más centrados en trepar. El factor ideológico fue clave.
El acuerdo nuclear hay que entenderlo de la siguiente manera:
una amiga mía, en aquel momento, me dijo: "no es la cuestión nuclear lo que se está negociando, los iraníes tienen la bomba atómica desde hace mucho tiempo, son otras cuestiones las que se están negociando". En efecto, impotentes ante la independencia de Irán, y acuciadas por la baja tendencial de la tasa de ganancia, ante la necesidad de contrarestar mediante la exportación de capital, las potencias occidentales negociaron con Irán de igual a igual. Algunas compañías salieron muy beneficiadas, como VolksWagen o Boeing, por ejemplo. Pensaron que mejor eso que nada. Si EEUU se sale del acuerdo es porque se han dado cuenta de que es un parche que no sirve para nada, y se están decantando más por el militarismo.
Es en este sentido que hay que entender la intervención Iraní en Syria. Dado que es otra guerra de agresión imperialista, los iraníes no estaban nada interesados en dejar caer el régimen de Bassar al-Assad, y actuaron enérgicamente. De no ser por Hezbollah, Iran y Rusia, las diferentes potencias occidentales se estarían repartiendo ahora Syria, pero afortunadamente les han parado los pies y los capitalistas han mordido el polvo.
Ahora cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿ porqué ISIS y Al Qaeda han hecho tanto daño en Syria, pero no han atacado a Israel ?