Battisti fue apresado en Corumbá, ciudad del estado de Mato Grosso do Sul, “cuando intentaba ir a Bolivia”, informó el diario brasileño O Globo, cuya información fue recogida por la agencia de noticias ANSA y la cadena italiana RAI.
Las autoridades brasileñas consideran que el antiguo miembro de Proletarios Armados por el Comunismo, una organización italiana que practicó la lucha armada hace cuatro décadas, intentaba viajar a Bolivia en busca de asilo político.
Nacido en Cisterna di Latina en 1954, en la actualidad Battisti es un conocido escritor al que Brasil le había concedid el estatuto de exiliado político.
A pesar de ello el mes pasado el gobierno italiano solicitó de forma subrepticia que el presidente Michel Temer autorizara la deportación para que Battisti cumpliera una condena de cadena perpetua por cuatro ejecuciones cometidas en la década de los años setenta, asegura O Globo.
Lo que la prensa brasileña no cuenta es que en 2011 el gobierno brasileño anterior de Dilma Roussef negó la extradición que había solicitado el gobierno italiano, aquella vez de manera oficial. Brasil denegó la extradición por un motivo muy claro: porque Battisti estaba siendo perseguido no por ningún asesinato sino por sus ideas políticas.
La noticia tampoco informa de que a Battisti le condenaron en Italia en un juicio “en rebeldía”, es decir, sin estar presente en las sesiones del mismo.
Desde entonces Battisti ha estado exiliado en Francia y en México. El diario La Vanguardia le ha calificado como “El Eterno Prófugo” (*). En Italia se evadió de la cárcel de Frosinone en 1981. Llegó a Brasil en 2004, donde le detuvieron en 2007 y en 2001 fue internado en prisión, donde ha estado ya un total de siete años recluido.
En 2010, durante el gobierno de Lula, Brasil rechazó su extradición a Italia, ya que Battisti estaba considerado como un exiliado político en el país sudamericano. Por presiones de Italia, al año siguiente le retiraron el estatuto, siendo Presidenta del Gobierno Dilma Roussef, aunque siguieron denegando la entrega a Italia.
Salió en libertad de la cárcel y, además, según la legislación brasileña, los posibles delitos -si los había- cometidos por Battisti en Italia habían prescrito en 2013. A pesar de ello, le volvieron a detener en 2015 porque le denegaron el permiso de residencia.
En las entrevistas que ha concedido a la prensa, Battisti siempre se ha definido como comunista, lo mismo que su familia. Militó en el PCI hasta que se separó a finales de los años sesenta para formar distintas organizaciones armadas, coo Lucha Continua y Autonomía Obrera.
(*) http://www.lavanguardia.com/internacional/20171006/431816802831/cesare-battisti-arresto-brasil.html