Es una manera de meter dentro de la negociación a quienes están fuera por su condición de terroristas oficiales o, dicho de otro modo, el grupo de Riad confirma que no hay “oposicion moderada” y que ellos, que fungen como tales, no son más que los altavoces de los anteriores.
Cuando el cese el fuego tenga lugar, la guerra continuará contra el Frente Al-Nosra y el Califato Islámico, así como contra Ahrar al Sham y Jaish al Islam. Estos dos últimos no han sido mencionados, sin embargo, en los comunicados ruso-norteamericanos que hablan sólo de los dos primeros como los grupos contra los que continuará la lucha.
Por su parte, el gobierno de Damasco ha anunciado que no permitirá que los yihadistas aprovechen el alto el fuego para reforzar sus posiciones o recibir apoyo desde el extranjero.
Así lo ha manifestado Al-Asad al diario El País. Para que el cese el fuego se consolide es necesario impedir que los grupos terroristas refuercen sus posiciones.
Cualquier cese el fuego debe asegurar que terceros países, especialmente Turquía, no envíen más terroristas y armas o cualquier tipo de apoyo logístico a Siria.
Al-Assad subraya la importancia de cerrar la frontera con Turquía y dice que eso es lo que han estado haciendo el ejército regular y las fuerzas kurdas en Alepo últimamente.