Kurtulmus, portavoz del gobierno turco |
Justo en el momento en el que se estaban celebrando conversaciones en Astana, a Kurtulmus se le ocurre decir en medio de una rueda de presa y rodeado de periodistas, que su gobierno no tiene intención de restituir la ciudad de Al-Bab a Siria.
La declaración se produce en el mismo instante en el que, junto a Rusia e Irán, en Astana Turquía firma un comunicado en el que, entre otras cosas, los tres países llaman a defender la integridad territorial de Siria. Es posible que el gobierno de Ankara crea que los compromisos son para los demás, pero que no les conciernen a ellos.
Kurtulmus ha justificado su idiotez con otra idiotez parecida, al asegurar que Al-Bab no pertenece a Siria sino a sus habitantes. “El control de Al-Bab no se ha restituido a Siria porque Turquía considera quiere asegurarse de que es la población local la que controla los barrios liberados de las manos del Califato Islámico”, ha dicho el portavoz.
La metedura de pata del Kurtulmus es equivalente a la de Erdogan en setiembre del año pasado, cuando se inició la operación militar turca en Jarablus. Entonces Erdogan afirmó que la Operación Escudo del Éufrates tenía por objeto derrocar al gobierno de Bashar Al-Assad, lo que tuvo que ser rectificado en medio del bochorno general, por los diplomáticos turcos con una catarata de disculpas.
Actualmente Turquía ocupa 2.000 kilómetros cuadrados en el norte de Siria dentro de dicha Operación que tiene por objeto cerrar la frontera con Siria, una medida dirigida tanto contra el Califato Islámico como contra las fuerzas del PKK-PYD.
En Astana la delegación siria ha procurado no coincidir con la turca, una señal de que las relaciones entre ambos países no han mejorado ni un ápice desde que en 1999 se firmó el Acuerdo de Adana para que el gobierno de Damasco dejara de prestar apoyo al PKK.
Por lo demás, Kurtulmus también ha puesto de manifiesto las pésimas relaciones de su gobierno con Estados Unidos. “La coalición internacional dirigida por Washington no ha prestado el apoyo necesario a la población de Al-Bab”, ha afirmado Kurtulmus.