La pandemia ha sido el pretexto para introducir nuevas técnicas informáticas de vigilancia de la población. A principios de este año, el gobierno de Australia del Sur contrató una aplicación que utiliza programas de geolocalización y reconocimiento facial para seguir a las personas sometidas a cuarentena y recluidas en el interior de sus casas. En un comunicado oficial, anunció un contrato de 1,1 millones de dólares con una empresa para desarrollar una nueva aplicación para móviles que utiliza el reconocimiento facial y la tecnología de seguimiento por GPS para vigilar a las personas.
Las nuevas técnicas de control no proceden de los Ministerios de Interior, sino de los de Sanidad. El de Australia, Stephen Wade, dijo que la aplicación se utilizaría para rastrear a las personas que lleguen a Australia desde los focos pandémicos procedentes de otros estados, o que sean contactos cercanos o casuales de los casos locales, para garantizar que cumplen la cuarentena.
GenVis, una empresa tecnológica con sede en Perth, obtuvo el contrato de 1,1 millones de dólares tras una licitación en noviembre. La empresa desarrolló la aplicación G2G Now de Australia Occidental, que utiliza el reconocimiento facial y los datos de ubicación del móvil para comprobar si las personas en cuarentena permanecen recluidos en sus viviendas.
La descarga y utilización de la aplicación G2G es voluntaria, pero el gobierno anima a su utilización, afirmando que “garantiza su seguridad y la del resto de la comunidad, al tiempo que libera recursos policiales que de otro modo se gastarían en controles físicos más regulares”.
Las personas sometidas a cuarentena se tienen que descargar la aplicación G2G para demostrar que permanecen en sus casas. La aplicación se pone en contacto con personas al azar y les pide que proporcionen una prueba de su ubicación en un plazo de 15 minutos. “No les decimos con qué frecuencia ni cuándo, pero tienen que responder en un plazo de 15 minutos”, dijo Wade.
Si una persona no demuestra su ubicación o identidad cuando se le pregunta, la policía inicia un programa de control sobre ella.
GenVis ya prestó servicios al gobierno de Australia Occidental con G2G Now, un programa desarrollado en colaboración con la policía que no prosperó, según confesó Wade en el Parlamento.
Como es habitual, el gobierno promete que no retendrá ninguna información proporcionada por la aplicación. “Simplemente lo utilizamos para comprobar que la gente está donde dijo que iba a estar durante la cuarentena domiciliaria”. La aplicación será “totalmente compatible” con la normativa estatal y federal sobre intimidad, datos y gestión de registros. “Necesitamos una serie de herramientas para ayudar a proteger a todos los australianos del sur de la propagación del virus y mantener nuestra comunidad segura”, dijo Wade en un comunicado oficial.
“Estoy seguro de que la tecnología que hemos desarrollado en el gobierno de Australia Meridional se convertirá en la norma nacional y se implantará en todo el país”, añadió el ministro. La información será destruida al final de la pandemia… a menos que la policia la necesite.