Este viernes, Claver-Carone, el actual presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dijo: “Recibimos gratamente la oportunidad de trabajar con el Ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, y espero colaborar estrechamente con él en su función”, según publicó el diario argentino Infobae.
Sergio Massa, quien por acuerdo de Alberto Fernández y Cristina Kirchner fue ungido superministro de Economía, Desarrollo Productivo, Agricultura, Ganadería y Pesca, hizo unas pocas declaraciones a la prensa al salir este viernes al mediodía de la Quinta de Olivos, donde se reunió con el Presidente.
Las breves declaraciones del presidente del BID, con respecto al nuevo gobierno argentino son muy relevantes. Recordemos que hace pocos días, Claver-Carone publicó una columna de opinión en el Wall Street Journal donde se mostró como el vocero de los acreedores -y buitres- de la deuda externa. “El BID está deseando que Argentina cumpla los compromisos con el FMI para mejorar las condiciones macroeconómicas», escribió Claver-Carone. Allí también rechazó el desembolso de un crédito que este organismo tenía acordado con la Argentina. Finalmente, por la noche del lunes, desde el Banco Mundial confirmaron un desembolso por u$s 200 millones.
Junto con esta columna, desde Estados Unidos, revolotearon otras donde los especuladores financieros se despacharon contra la Argentina, exigiendo medidas de ajuste más duras -para asegurarse el pago de la fraudulenta deuda, a costa del pueblo trabajador y pobre.
Quien ahora se muestra a favor de la asunción de Sergio Massa como «superministro», fue estrecho asesor de Donald Trump durante su presidencia. Claver-Carone, es quien reveló que el megacrédito de 57 mil millones de dólares que el FMI le otorgó al gobierno de Mauricio Macri, fue para favorecer una reelección de Cambiemos.
No es para pasar por alto, entonces, el saludo del presidente del BID. La asunción de Sergio Massa como superministro de Economía, Agricultura, Desarrollo Productivo y a cargo de las relaciones con el FMI, no es un simple cambio de gabinete. La desgastada figura presidencial de Alberto Fernández y la debilidad del gobierno del Frente de Todos busca ser rescatada en manos del líder del Frente Renovador, un conocido amigo de la embajara norteamericana.
Fuente: La Izquierda Diario