La primera es que la deuda de Grecia es insostenible. Ni siquiera creciendo a tasas del 4 por ciento anual durante una década podría hacer frente a los pagos.
La segunda es que reconocen que el asunto se les escapado de las manos, lo cual también es obvio. Pero, ¿por qué? Por algo que no saben: porque la crisis del capitalismo es mucho más profunda de lo que calcularon y porque, además, no tiene ninguna solución dentro del propio capitalismo.
La tercera es que, para salir al paso, ahora admiten una quita del 30 de la deuda y un préstamo adicional de 52.000 millones de euros (que tampoco servirán para nada).
La cuarta es la realmente interesante: la filtración es una patada a Merkel y a sus secuaces de Bruselas. ¿Quién puede propinar una patada así? Estados Unidos. ¿Por qué motivo? Obviamente, no por nada que tenga que ver con la economía, sino más bien con la estrategia de los imperialistas anglosajones.
A Estados Unidos la deuda le importa un bledo y ha movido sus hilos para que el FMI tome esa misma postura: están dispuestos a tirar la casa por la ventana para que Grecia siga en la OTAN y en el euro.
Desde hace tiempo Merkel estaba presionando para que el informe del FMI no se publicara. Estaban en plena negociación, que Bruselas debía entablar sobre posiciones de fuerza aparente. Pero las presiones de Estados Unidos han sido más intensas y, al final, el informe ha visto la luz “bajo cuerda”, como si fuera un filtración periodística.
Desde el primer momento Estados Unidos ha presionado para que Bruselas aceptara las reivindicaciones de Syriza. Es la única manera de mantener a Grecia dentro de la órbita del Pentágono. China no puede quedarse con los puertos griegos, Rusia no puede poner bases de misiles al borde de los Balcanes y Gazprom no puede llevar sus tuberías a las viviendas del país heleno.
Para Alemania la publicación del informe del FMI ha sido un jarro de agua fría. La campaña de prensa orquestada contra Grecia también ha quedado al descubierto. Europa tiene que empezar a pensar ahora en cómo va a pagar los 360.000 millones de euros que debe Grecia. Es Europa quien tiene un serio problema.