En un discurso pronunciado en el Foro Económico Internacional en San Petersburgo, Putin reafirmó su posición sobre la moneda de la Reserva Federal y su papel internacional. La situación actual de la moneda de reserva mundial no se debería permitir, dijo, porque otorga a Estados Unidos la capacidad de paralizar a naciones enteras.
“Ya es hora de acabar con este sistema”, añadio en un discurso en el plenario, acusando a Washington de intentar “extender su jurisdicción a todo el mundo”.
“Este modelo no sólo contradice la lógica de los intercambios internacionales normales. Lo importante es que no sirve a los intereses del futuro”, afirmó.
Rusia se ha preparado para utilizar una divisa virtual respaldada por el oro para regular el comercio mundial y, junto con China, trabaja en un mecanismo de acuerdo comercial internacional al margen del dólar.
La evolución de la economía mundial “exige una adaptación de las organizaciones financieras internacionales [y] replantear el papel del dólar que… se ha convertido en un instrumento de presión del país emisor sobre el resto del mundo”, según Putin.
Rusia, que también es objeto de sanciones estadounidenses, ha criticado repetidamente el sistema financiero mundial establecido por Washington tras la Segunda Guerra Mundial. Pero dichas sanciones han demostrado ser contraproducientes porque han fortalecido la economía rusa, la han hecho más resistente y ya se han sentado las bases para un crecimiento a largo plazo.
Las sanciones no cumplen su cometido. La Reserva Federal, el Tesoro de Estados Unidos y los aliados que sigue su dictado hace tiempo que lo saben.
La actual guerra comercial es un chivo expiatorio perfecto que marca el fin del dominio del dólar en el mundo.
El plan de recambio de algunos sectores del capital financiero consiste en crear una divisa virtual controlada por el FMI.