En la publicación, la guerrilla hizo un recuento de los golpes que la policía le ha propinado en las últimas semanas, desde que terminó el alto el fuego pactado entre el primero de octubre y del 9 de enero.
La guerrilla señala que “desde antes de terminar el Cese, el Ejército ha estado ampliando el pie de fuerza y tomando ventajas militares en varias de las regiones de mayor presencia del ELN”, lo que motivó que no fuera renovado el alto el fuego y ahora pidan uno con mejores condiciones.
Al día siguiente Pablo Beltrán, principal negociador del ELN, afirmó que la organización guerrillera cumplió el alto el fuego a pesar de los ataques militares y pide una nueva ronda de negociaciones para un alto el fuego dentro de las conversaciones de paz.
Beltrán dijo que los guerrilleros están abiertos “a un nuevo y mejor alto el fuego bilateral”. El ELN ha impugnado los intentos del gobierno de culpar al grupo de una escalada de violencia, diciendo que “cumplieron los 101 días de alto el fuego a pesar de la ofensiva militar lanzada por el gobierno hacia fines de octubre, cuando atacaron nuestros campamentos en el Chocó y norte de Santander”.
La declaración de Beltrán se hizo un día después de que el presidente colombiano Juan Manuel Santos rompiera las conversaciones der manera oficial. Santos ha dejado claro que el gobierno no asistiría a la reunión con el ELN programada en Quito, Ecuador. El gobierno colombiano insiste en la necesidad de un alto el fuego unilateral.
Las conversaciones de paz entre el gobierno colombiano y el ELN se han mantenido congeladas desde el 10 de enero, después de que finalizara un alto el fuego temporal negociado.
Las conversaciones de paz entre el ELN y el gobierno colombiano se están agotando, ya que las elecciones presidenciales están programadas para mayo y ningún candidato ha mostrado apoyo para continuar las conversaciones de paz.