El «paro armado» ha significado restricciones a la libre movilización de vehículos y las personas, así como al comercio en las zonas rurales en las que tiene presencia el ELN.
El grupo insurgente dijo que la decisión responde a la conmemoración de los 50 años de la muerte del sacerdote Camilo Torres, uno de sus principales dirigentes del ELN, que cayó en un combate con las fuerzas gubernamentales.
«Hemos orientado a todas las fuerzas combatientes del Ejército de Liberación Nacional a desarrollar un paro armado dentro de la campaña: Comandante en jefe Camilo Torres Restrepo, 50 años sembrando vida y amor eficaz», indicó el ELN en un comunicado.
«Enfatizamos que nuestro accionar no es contra la población y a ella le pedimos prudencia en el desarrollo del paro armado definido», agregó.
La decisión del ELN se presenta en medio de un deterioro en los contactos exploratorios que lleva a cabo con el Gobierno en busca de sentarse formalmente a negociar la paz, siguiendo los pasos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Santos acusa al ELN de dilatar la apertura de la negociación, cuya posibilidad se discute desde hace más de dos años, y condicionó el inicio de las conversaciones a la liberación de un militar y un civil que mantienen secuestrados.
Las FARC, que han avanzado con el Gobierno durante una larga ronda de diálogos en La Habana, advirtieron que la paz en Colombia estaría «incompleta» sin la participación del ELN en el proceso.
Pero Santos ha sido enfático en que las eventuales conversaciones con el ELN serían independientes a la que mantiene con las FARC en Cuba.