El ejército ucraniano preparó un golpe de mano para apoderarse de la central nuclear de Zaporiya el mismo día de la llegada de los inspectores de la OIEA. La operación fue preparada por el Estado Mayor ucraniano junto con el servicio de inteligencia británico MI6.
El miércoles tres comandos de unos 64 hombres del ejército ucraniano aterrizaron en el pantano de Kajovka, tres kilómetros al noreste de la central para apoderarse de la misma y evitar la visita de la misión de la OIEA.
Las tropas fueron entrenadas por el ejército británico para llevar a cabo la operación, que fue dirigida y coordinada por el MI6.
El ejércio ruso estaba al corriente de la operación y los asaltantes resultaron muertos nada más llegar, excepto tres, que fueron detenidos. Además capturaron a dos de los comandos, que resultaron heridos.
Los comandos utilizaron siete embarcaciones autopropulsadas cerca del pueblo de Vodiane, que fueron hundidas junto con sus tripulantes.
Simultáneamente, el ejército ucraniano bombardeó el punto de encuentro de la misión de la OIEA en el asentamiento de Vasilyevka, donde explotaron cuatro proyectiles a una distancia de 400 metros del primer reactor de la central.
El antiguo alcalde de Energodar, Dimitro Orlov, ha asegurado que los bombardeos contra la central fueron constantes desde primeras horas de la mañana del miércoles.
El jefe de la misión de la OIEA, Rafael Grossi, canceló la visita. “En estas pocas horas pudimos reunir mucha información. Vi lo principal que tenía que ver”, dijo Grossi a los periodistas rusos. La misión mostró uno de los proyectiles ucranianos disparados contra la instalación de almacenamiento de combustible.
Fue Rusia quien pidió en el Consejo de Seguridad que una delegación de la OIEA visitara la central. Los inspectores fueron retenidos por el ejército ucraniano durante tres horas y Grossi negoció personalmente con ellos para que se les permitiera acceder a las instalaciones.
La operación militar del MI6 era impecable. Además de apoderarse de la central, hubiera sido imposible que el ejército ruso la recuperara, ya que los inspectores de la OIEA hubieran servido como escudos humanos.
El espectacular montaje propagandístico orquestado desde hace días en torno a la central nuclear hubiera resultado un éxito total. Ucrania se apodera de las instalaciones a la vista de los inspectores de la OIEA y de la prensa mundial.