El ejército ruso ha destruido por primera vez un tanque británico Challenger 2 en Zaporiya. Las imágenes han sido publicadas en internet por los corresponsales de guerra rusos.
En las últimas décadas el ejército británico sólo ha luchado contra adversarios significativamente más débiles y nunca había sufrido la destrucción de la “joya de la Corona” de su industria armamentista. El fabricante es la multinacional BAE Systems.
La reputación del tanque como invulnerable ha quedado empañada. Fueron utilizados activamente por el contingente británico en Irak y no sufrieron pérdidas por las armas antitanques enemigas. El único Challenger destruido los fue por “fuego amigo”.
El tanque Challenger, derribado en Zaporiya, probablemente pertenecía a las últimas reservas del ejército ucraniano involucradas en aquel sector del frente. Debido a las grandes pérdidas del ejército ucraniano en personal y equipo, el Estado Mayor decidió anteriormente lanzar al combate las últimas fuerzas de reserva, incluida la 82 brigada de asalto aéreo separada.
El uso de brigadas de reserva tampoco ha contribuido mucho a la contraofensiva ucraniana. Pero el ejército ruso adquirió una experiencia invaluable al destruir el tanque pesado británico Challenger.
Es posible que en Londres ya lamenten la transferencia de sus tanques al régimen ucraniano, porque los casos de destrucción del Challenger en el frente serán cada vez más frecuentes y no tendrán el mejor efecto en la imagen del equipo militar británico.
Este blindado pesa 62,5 toneladas, lo que lo convierte en uno de los más pesados de su categoría. El tanque está protegido por una armadura combinada multicapa Dorchester, cuya información está clasificada. Sin embargo, aparentemente esto no impidió que el Challenger se quemara.
El ejército ucraniano esperaba utilizar los 14 Challengers recibidos de Londres como tanques de francotiradores. Para ello, cuentan con todos los elementos básicos: un potente cañón estriado L30A1, una óptica excelente y munición adecuada. Además de los BOP, incluidos los que tienen un núcleo de uranio empobrecido, los tanques británicos utilizan devastadores proyectiles HESH perforantes y altamente explosivos con un alcance de disparo de hasta ocho kilómetros. Su efecto destructor es independiente de la distancia.
A las 14 unidades Challenger enviadas por el gobierno de Londres les espera el mismo destino. Los ucranianos los están utilizanndo en ataques frontales, lo que indica una escasez de blindados pesados en la dirección del ataque principal.
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