El ejército británico es una chapuza por mar y en el aire ocurre lo mismo. El 14 de abril el primer ministro británico, Rishi Sunak, confirmó que los aviones de combate Typhoon habían interceptado horas antes un cierto número de drones lanzados contra Israel por Irán. “Puedo confirmar que nuestros aviones derribaron varios drones de ataque iraníes”, dijo.
Sin embargo, para lograr tal azaña la Royal Air Force (RAF) tuvo que desnudar a un santo para vestir a otro. Los cazas no fueron desplegados desde Akrotiri, en Chipre, sino desde Rumania, donde estaban asignados a la Operación Biloxi de la OTAN.
“Ya teníamos una presencia importante en la región. Pero por precaución, hemos reubicado temporalmente varios aviones desde Rumanía para reforzar nuestra presencia allí”, afirmó un portavoz del primer ministro británico. “Las fuerzas aéreas aliadas siguen patrullando el espacio aéreo de la OTAN para garantizar que esté protegido contra cualquier amenaza y nos hemos coordinado con nuestros aliados para garantizar que no haya ninguna brecha en Rumanía”, añadió.
El trabalenguas británico puso de relieve que, mientras fantasea con derrotar a Rusia en una guerra imposible, el ejército británico colapsa. La Royal Air Force no tiena cazas suficiente para cumplir con sus compromisos operativos, repartidos por todo el mundo.
La RAF no sería rival en ningúna guerra de alta intensidad
Según un informe publicado recientemente por la Cámara de los Comunes, la RAF no sería rival en una guerra de alta intensidad. “La reducción de las capacidades aéreas de Reino Unido [prevista en el plan de revisión estratégica] lo deja peligrosamente expuesto a lo que el Ministerio de Defensa describe como ‘la mayor amenaza al orden internacional en décadas’. Pese a ello, su actualización no anuló ninguno de los recortes presupuestarios decididos en 2021”, lamenta la Cámara.
Actualmente la RAF sólo cuenta con una treintena de F-35B y 137 Typhoon. En 2015, cuando se registró la retirada de sus últimos 87 cazabombarderos Panavia Tornado, ya dudaron de la capacidad de la RAF para cumplir las tareas que la OTAN le encomienda.
Además de las dificultades para reclutar y formar pilotos, la situación no va a mejorar ni siquiera a medio plazo. Según la última revisión estratégica británica, retocada marginalmente el año pasado para tener en cuenta la guerra en Ucrania, la RAF tendrá que retirar del servicio 30 de los Typhoon más antiguos. En cuanto al F-35B, todavía están debatiendo un pedido de 26 unidades adicionales, aunque inicialmente estaba previsto adquirir 138 en total.
El primer ministro británico es objeto de todo tipo de burlas. Las más mordaces provienen de su propio partido. “Solo tenemos 137 Typhoon y, debido a presiones presupuestarias, el Ministerio de Defensa planea retirar 30 el próximo año. Esto es como vender Spitfires antes de la Batalla de Inglaterra”, afirmó el diputado conservador Mark Francois.
“Cuando tenga un momento, ¿el Primer Ministro someterá esta ridícula decisión a una mayor revisión y, como mínimo, pondrá estos Typhoon en una reserva de guerra en caso de que algún día los necesitemos para nosotros?”, preguntó.
La respuesta de Sunak es la de los demás jerarcas europeos: no tenemos aviones, pero tenemos muchos planes para tenerlos. “Estamos aumentando nuestras compras de aviones F-35 y trabajando con Japón e Italia para construir la próxima generación de aviones de combate”, concluyó. El plan se llama GCAP (Global Air Combat Programme) y antes se llamó “Tempest”. Mañana se llamará de otra manera porque, a falta de realidades, tienen que seguir haciendo planes.