El ejército alemán prepara a las empresas para la guerra con un voluminoso documento de más de mil páginas. A los militares les encantan los manuales interminables. Cuanto más grueso, más han planificado todas las eventualidades. Aunque la mayoría del texto es secreto, algunos detalles se han filtrado interesadamente al Frankfurter Allgemeine Zeitung (*).
El manual enumera las infraestructuras que son particularmente dignas de protección por razones militares. También contiene planes detallados sobre la manera de proceder en caso de guerra, o de antemano, en caso de crisis, es decir, si tuvieran que reaccionar disuasivamente ante cualquier movimiento en el flanco oriental de la OTAN, que sólo puede proceder de Rusia. Entonces Alemania se convertiría en un centro para decenas de miles, si no cientos de miles, de soldados que necesitarían ser transportados al este, junto con materiales de guerra, alimentos y medicinas.
La base de estos preparativos es el llamado “Operationsplan Deutschland”, un documento elaborado por el gobierno y altos cargos militares. Su principal objetivo es la defensa de las infraestructuras críticas del país ante posibles agresiones externas, incluidos los ciberataques.
El plan incluye una lista detallada de todos los edificios e infraestructuras que merecen una protección especial desde el punto de vista militar y formula acciones en caso de que se activen las defensas del país ante cualquier amenaza rusa. El papel de las empresas también se define en el plan, cuya ejecución es responsabilidad del Mando Territorial del Bundeswehr, bajo el mando del general André Bodemann, y depende directamente de la máxima autoridad militar alemana, el Inspector General del ejército, Carsten Breuer.
El periódico señala que la Cámara de Comercio de Hamburgo fue el primer lugar donde el Bundeswehr invitó a varias empresas alemanas a un primer contacto para informarles del plan. Durante la reunión el coronel Jörn Plischke brindó consejos precisos. Entre otras cosas propuso que 5 de cada 100 trabajadores de grandes empresas obtuvieran un permiso de conducir para vehículos pesados porque el 70 por cien de todos los camiones que circulan por Alemania están dirigidos por conductores de Europa del este. Si hay guerra en esos países, no podrán contar con ellos.
Plischke aconsejó a los participantes en la reunión que desarrollaran sus propios planes de acción específicos en caso de que Alemania se vea involucrada en una guerra, detallando lo que se espera de cada trabajador en tal caso. Para protegerse, es importante que todos los trabajadores se familiaricen con los temas de seguridad. También deben aspirar a ser autosuficientes, afirmó el coronel, poniendo en funcionamiento el generador diésel o una turbina eólica. Reuniones como la de Hamburgo se celebrarán en todo el país.
Los centros de mando
“Todos los centros de mando territoriales son responsables de implementar el plan”, declaró un portavoz del Bundeswehr al Frankfurter Allgemeine Zeitung. Malte Heyne, director general de la Cámara de Comercio de Hamburgo, apoyó el enfoque. “Debemos ser conscientes de la importancia de una economía bien preparada y resistente para la defensa civil y militar de Alemania”, dijo Heyne al periódico. Según el propio ejército, “en una situación de crisis y de defensa todo depende de la asistencia de la sociedad civil y de las empresas civiles”.
Los desafíos de la guerra híbrida, como los ciberataques a empresas e infraestructuras, los sabotajes y los ataques terroristas, “no se pueden controlar únicamente desde una perspectiva militar, sino que deben ser controlados por el Estado y la sociedad en su conjunto”, afirma el manual, donde se subraya que “el máximo apoyo civil es un factor decisivo” y que “la interacción cívico-militar para el apoyo mutuo de todo el Estado” es un “elemento central” del plan operativo para Alemania. El documento prevé la participación de los sectores logístico y energético, ya que, según el ejército, “un transporte fiable y flexible, así como un suministro energético fiable, son esenciales para el cumplimiento de las tareas de las fuerzas armadas”.
El plan tiene en cuenta tanto “las exigencias de la OTAN hacia Alemania debido a la situación geoestratégica del país”, como la tarea del mando territorial, que consiste en “garantizar el suministro de las fuerzas armadas aliadas y propias a Alemania”. El ejército prevé que, en caso de guerra con Rusia, las tropas de combate no estarán estacionadas en territorio alemán, sino que se desplegarán en el flanco oriental de la OTAN, en los países bálticos, en Eslovaquia, en Rumanía, en Polonia y en incluso en Finlandia.
Los militares alemanes no han tenido que estrujarse mucho la cabeza, porque el plan es casi idéntico al que ya pusieron en práctica en 1941, cuando preparon la Operación Barbarroja.
(*) https://www.faz.net/aktuell/wirtschaft/unternehmen/operationsplan-deutschland-bundeswehr-bereitet-unternehmen-auf-den-kriegsfall-vor-110118573.html