Si alguien pensaba que ese mensaje fuera al menos inteligente, se ha equivocado de medio a medio.
Si alguien pensaba que por su parte habría algún gesto de dialogar, de pactar, de hablar, también se equivocaba. Según la Constitución Española, el rey es garante de la unidad de España y debe hacer cuanto haya que hacer para consensuar en los conflictos que puedan generarse.
No hizo nada para eso. Su intervención parecía escrita por Rajoy y su pandilla.
Lo que se está llamando el «conflicto catalán» se ha convertido en una rebelión contra el estado español; pero sobre todo era un alzamiento contra el PP y contra Rajoy. Los llamados al diálogo que vienen haciendo tanto el PSOE como Podemos tendrán que explicar que quieren dialogar y con quien quieren dialogar.
¿Hay que dialogar con Rajoy? ¿Es Rajoy la persona más indicada para dialogar? Seguramente no. El primer ministro español, es el mismo que ha mandado un ejército de ocupación a Cataluña que se destacó por su “bravura” contra gente desarmada y que no ofreció ninguna resistencia ante la horda salvaje de policías nacionales y guardias civiles.
Las imágenes que se vieron por televisión y que han dado la vuelta al mundo, muestran acciones crueles, de enorme violencia contra personas de toda edad a las cuales agredieron sin motivo alguno. Estos cuerpos, hacen su «trabajo» cumpliendo órdenes; y seguramente las órdenes que recibieron fueron actuar como lo hicieron. Esto quiere decir que el Ministerio del Interior y la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil ordenaron actuar con la mayor violencia y brutalidad, con el fin de castigar a todos aquellos que se atrevieron a desafiar al gobierno pepero.
Ahora solo cabe esperar que el gobierno español actúe con mayor violencia aún, por la fuerza bruta y de acuerdo con las mejores tradiciones «españolas». Es una práctica que se viene manteniendo desde los Reyes Católicos; y que fuera actualizado por el franquismo. No debemos olvidar que el PP, es el continuador ideológico del franquismo y que el PP fué fundado por el ex ministro franquista Manuel Fraga, de triste memoria. Recordemos Montejurra, recordemos a Martín Villa, a Billy El Niño, y tantos otros que a la fecha nutren las filas de afiliados y militantes del PP.
En esta situación todo indica que no será fácil resolver esta confrontación y que, al contrario, habrá más represión y sangre; y que la se pone fea, es que el grado de estupidez de este gobierno facha ya no tiene límite.