El dinero de Qatar se reparte entre el fútbol y el yihadismo más retrógrado

A menudo Qatar aparece como país organizador del Mundial de Fútbol de 2022. También aparece como propietario del Paris Saint-Germain (PSG) a través de su fondo de inversiones, Qatar Investment Sports.

La organización de la Copa del Mundo es objeto de controversia. El maltrato de los trabajadores del Asia sudoriental es un ejemplo. El presidente del PSG, Nasser Al-Jelaifi, también presidente de Bein Sport, se mostró muy sorprendido cuando fue acusado de corrupción activa en la adjudicación del Campeonato del Mundo de Atletismo 2017.

Pero hay temas, relativos a Qatar, de los que se habla menos. Por ejemplo, su apoyo regular a las organizaciones yihadistas europeas. Es el objeto de un libro de investigación de Christian Chesnot y Georges Malbrunot.

Hace unas semanas, terroristas apoyados por Qatar cometieron un atentado en Somalia. El 5 de agosto The Times publicó un estudio que revela que el Banco Al-Rayan, propiedad en un 70 por ciento de instituciones qataríes, financia organizaciones islámicas inglesas muy poco recomendables.

Varias organizaciones patrocinadas por el Banco Al-Rayan han cerrado sus cuentas con bancos tradicionales como Barclays, Lloyds, HSBC o Natwest. Algunas de esas organizaciones han sido prohibidas en Estados Unidos, como Interparl, que mantiene estrechos vínculos con Hamás.

El periódico británico asegura que muchas de las asociaciones están en la cuerda floja. Por ejemplo, el Islamic Forum Trust surgió de un movimiento que intentaba imponer un orden político y social islámico en Europa mediante el derrocamiento de infraestructuras sociales, institucionales y culturales.

La mezquita del este de Londres acoge a predicadores fogosos, como Haitham Al-Haddad, un teólogo salafista conocido por sus opiniones homofóbicas y racistas.

Peace TV, otro cliente del Banco Al-Rayan, está dirigida por un predicador que proclama que “todos los musulmanes deben ser terroristas”.

El antiguo Director Ejecutivo del Islamic Forum Trust, Sultan Choudhury, dirige la rama británica de un instituto religioso cuyos portavoces y profesores defienden públicamente el matrimonio de los menores o la pena de muerte por adulterio o apostasía.

El periódico The Telegraph ha revelado que la Comisión de Seguimiento de la Caridad había fijado su atención enn el Qatar Charity UK, que recibe el 98 por ciento de sus fondos de QCQ (Qatar Charity Qatar) considerado por sus vecinos del Golfo como una organización terrorista.

Qatar Charity UK distribuye anualmente millones de libras esterlinas a las mezquitas de Gran Bretaña. Todos sus gerentes están vinculados a QCQ y a tres de ellos los paga directamente QCQ.

Qatar Charity UK cambió su nombre en 2017, pero aún así recibió 28 millones de libras de QCQ antes de que las subvenciones disminuyeran drásticamente.

Estas revelaciones publicadas en Gran Bretaña ponen de relieve un fenómeno que no se limita al territorio inglés, sino que se extiende a Europa. Qatar, clasificado el año pasado por el FMI como el séptimo país más rico del mundo en términos de PIB per cápita, invierte directa o indirectamente en organizaciones islámicas en muchos países europeos. Lejos de la retórica alarmista que suele recaer en la islamofobia, es importante ser consciente de esta estrategia y enmarcarla.

https://www.latribune.fr/opinions/tribunes/qatar-liaisons-dangereuses-avec-le-financement-islamiste-826308.html

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