Los servicios de inteligencia rusos buscan a este hombre en Ucrania: Oleksandr V. Turchynov. Las fuerzas especiales chechenas y las tropas sobre el terreno llevan su foto en el bolsillo. Le quieren vivo.
El actual presidente ucraniano, Zelensky, no aparece entre ninguno de los objetivos. Los peleles no interesan. A quien acusa Rusia de los crímenes de guerra en el Donbas es a Turchynov, muñidor del Golpe de Estado fascista de 2014 y presidente interino tras el derrocamiento del gobierno de Yanukovich, salido de las urnas.
En abril de 2014, siendo presidente interino, Turchynov ordenó iniciar la escalada militar en el Donbas y el bombardeo del aeropuerto de Donetsk, según Pravda.
Polonia tuvo un papel protagonista en el Golpe de Estado fascista de 2014 en Ucrania. Recurrió a militantes neonazis, que jugaron el mismo papel que los yihadistas en Siria. De ahí que en la demagógica campaña sobre el “auge de la ultraderecha” siempre haya estado ausente Ucrania. Aquellos neonazis eran los nietos de los nazis que la CIA metió en la Red Gladio de la OTAN para luchar contra la Unión Soviética.
Durante las elecciones presidenciales polacas de 2005, el diputado Jacek Kurski reveló que Jozef Tusk, el abuelo de Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, se había alistado en el ejército nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Como escribió el periodista Thierry Meyssan entonces, “la OTAN dirige ahora una nueva Red Gladio en Europa del este”. A partir de 1945 el fascismo no se entiende sin el patrocinio de la OTAN.
El gas crea y destruye los partidos políticos ucranianos
Volviendo a Turchynov, hay que recordar que fue también secretario del Consejo Nacional de Seguridad y Defensa (2014-2019) y viceprimer ministro, primer ministro y presidente de la Rada. Fue el mentor de la presidenta Yulia Timoshenko, su criatura, popularmente conocida en Ucrania como “la madrina”, en el sentido mafioso del término. El partido político que dirigía, Batkivchtchina (“Patria”), tiene más cadáveres enterrados que la Cosa Nostra.
Tras el Golpe de Estado de 2014, Timoshenko fue liberada de la cárcel y se dirigió a la multitud en silla de ruedas y con lágrimas en los ojos: “Sabéis que la política es un teatro, pero os garantizo que sabreis lo que ocurre entre bastidores […] Ahora vuelvo al trabajo. No pasará ni un minuto sin que haga todo lo posible para que seais felices en vuestra tierra”.
Timoshenko era la actriz y Turchynov escribía los guiones. El origen de Batkivshchina fue el monopolio del gas. En 1995 Timoshenko dirigía una empresa dedicada a la importación de gas desde Rusia que fue acusada de actividades monopolísticas por los tribunales ucranianos. Para salir del atolladero, Timoshenko y Turchynov acabaron con un partido político y crearon otro: Batkivshchina.
En 1999 la madrina se convirtió en viceprimera ministra, encargada de las cuestiones energéticas en el gobierno de Viktor Yushchenko. La fiscalía volvió a la carga, iniciando otra investigación criminal.
El padrino de la mafia ucraniana
Pero Turchynov no se conformó con manejar a Timoshenko. También manipuló a los presidentes Petro Poroshenko y Víctor Yanukovich. Es el pilar de la corrupción internacional ucraniana. Ha convertido al país en un pudridero del dinero negro que circula por el mundo. Opera por cuenta del MI6, la inteligencia británica, que es su gran padrino. Ellos le garantizan la impunidad.
En 2006 la fiscalía ucraniana abrió una investigación contra él por destruir de los archivos del SBU, el servicio secreto ucraiano, el expediente del jefe del crimen organizado Semyon Mogilevich, uno de los diez fugitivos más buscados por el FBI.
Los documentos de WikiLeaks también mencionan a Turchynov como responsable de la destrucción de documentos que muestran las conexiones de Tymoshenko con Mogilevich.
En 2016, Serhiy Kaplin, secretario del Comité de Seguridad Nacional y Defensa de la Rada, instó a la Oficina Anticorrupción y al Fiscal General que investigaran la participación de Turchynov en el tráfico de armas.
Es el enlace central entre el hampa ucraniana, el FMI (Fondo Monetario Internacional) y las redes de blanqueo de dinero en paraísos fiscales vinculadas a cuentas de la Unión Europea y Estados Unidos.
Pero el mafioso también trabaja para sí mismo y a lo grande, ya que en 2009 saqueó 800 millones de dólares de los fondos soberanos de Ucrania con la complicidad de los cabecillas del FMI, según denunció el diputado Oleksandr Shepelev en 2017.
La Unión Europea teme que Turchynov pueda caer en las zarpas de la inteligencia rusa porque podría contar muchos entresijos de Ucrania. Por eso sus guardaespaldas han sido contratados directamente con la empresa de mercenarios Blackwater.
Para los amantes de las fuentes: no es necesario ser un abnegado periodista de investigación para conocer algo sobre Turchynov; basta con echarle un vistazo a la Wikipedia.