El Consejo Constitucional francés acaba de convalidar una ley sobre “responsabilidad penal y seguridad interior”, aprobada el pasado mes de noviembre por la Asamblea. Eso significa que los drones de la policía se pueden utilizar para vigilar el espacio público.
La decisión del Consejo incluye una excepción: los policías municipales no podrán utilizar estos aparatos, lo que no ha gustado a algunos ayuntamientos, como el de Niza, que han invertido mucho dinero en estas tecnologías de vigilancia masiva.
El Consejo Constitucional ha enumerado los casos en los que se pueden utilizar drones, tras obtener la aprobación del prefecto de policía. Se trata de garantizar la prevención de atentados contra la seguridad de las personas y los bienes en lugares especialmente expuestos a riesgos de comisión de determinados delitos, pero también la protección de los edificios e instalaciones públicas y de su entorno inmediato especialmente expuesto a riesgos de intrusión o daños.
Como es corriente en este tipo de nueva legislación represiva, el “terrorismo” sirve lo mismo para un roto que para un descosido, igual que cualquier clase de manifestaciones que vayan más allá de las procesiones festivas e inofensivas.
Son razones válidas para recurrir a los drones la seguridad de las concentraciones de personas en la vía pública o en lugares abiertos al público cuando dichas concentraciones puedan causar graves alteraciones del orden público. Esos drones no podrán llevar dispositivos de reconocimiento facial.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, se congratuló de la decisión porque la policía nunca tiene bastante: “Por fin, la policía y la gendarmería podrán utilizar drones, herramientas esenciales para garantizar la seguridad de nuestros compatriotas”.
El gobierno francés lleva varios años intentando obtener esta autorización legal. A pesar de la oposición del Consejo de Estado, del Consejo Constitucional, pero también de la CNIL, equivalente de la agencia de protección de datos en España, estos drones se utilizaron siempre a escondidas y de forma ilegal.
Los grupos contra la represión van a cambiar de estrategia, según han explicado en un comunicado: “Hoy es una lucha nacional que se ha perdido. Tendremos que volver al ámbito local para documentar e impugnar en los tribunales la necesidad e información de cada dron. No es necesario ocultar que esta lucha requerirá una energía considerable y una atención constante”.
—https://www.presse-citron.net/la-surveillance-policiere-par-drones-est-desormais-legale/
Francia, bajo el terror de Macron (no olvidemos la feroz represión contra los chalecos amarillos) se ha convertido en un régimen tiránico. Nada puede sorprendernos ya.