El organismo mundial que supervisa los Juegos Olímpicos ha anunciado que cualquier atleta que haga gestos políticos en el evento será castigado, y que esta regla es la voluntad de la mayoría de los atletas involucrados.
Gestos tales como arrodillarse o levantar el puño, que han dado imágenes épicas en otras épocas como la de los atletas Tommie Smith y John Carlos en México68, están prohibidos en los Juegos Olímpicos, y el COI ha prometido endurecer y aplicar «con más rigor» esta norma.
La Regla 50 del COI prohíbe cualquier forma de «manifestación o propaganda política, religiosa o racial» en los estadios o en los podios.
Para adoptar esta medida, el Comité dice haber encuestado a un tercio de los atletas que participarán en los próximos juegos y descubrió que la mayoría quiere que se mantenga la regla.
La jefa de la Comisión de Atletas del COI, Kirsty Coventry, quien supervisó la encuesta, comentó: “No quisiera que algo me distraiga de mi competencia y me quite de eso«.
Cuando se le preguntó si los atletas que hagan tales gestos serán castigados, Coventry dijo «Sí, eso es correcto», y agregó que «la mayoría de los atletas con los que hablamos es lo que están pidiendo«.
La Asociación Olímpica Británica se ha posicionado en contra de la postura del COI, y el presidente de World Athletics, Lord Coe, también dijo que los atletas deberían poder arrodillarse durante las ceremonias de medallas olímpicas.
a habido una oposición significativa entre los aficionados al deporte, especialmente en el fútbol, a los jugadores que se arrodillan. Sin embargo, algunos clubes se han encargado de castigar a los aficionados que expresan su oposición en los partidos, llegando incluso a exigir lecciones de reeducación o prohibiciones en los estadios.
Algunos jugadores también han expresado su oposición a arrodillarse, que ha sido un gesto muy habitual en las protestas contra el racismo en Estados Unidos e Inglaterra. En particular, el futbolista de Nottingham Forest, Lyle Taylor, prometió que no participará en protestas antes de los partidos, calificando a la organización Black Lives Matter como un «grupo marxista»: