El pasado jueves, el Centro Criptológico Nacional, la vanguardia del Centro Nacional de Inteligencia y del Estado en la ciberprotección del país, remitió a todos los responsables de seguridad de las administraciones públicas las nuevas instrucciones en las que ordena centralizar todos los informes de vulnerabilidades e incidencias en los sistemas de protección en “Ines”.
Aunque desde el 2014 el Centro Criptológico Nacional venía recopilando la información anualmente, ahora, según explican especialistas gubernamentales, la nueva “Ines” se ha convertido en un verdadero monstruo informático con muchas más posibilidades. El espionaje español va a tener casi en tiempo real la información de los principales problemas de seguridad del país y, además, de una forma estructurada. Las órdenes del Centro Nacional de Inteligencia a las administraciones son taxativas: todas las administraciones tienen que volcar todas sus informaciones en los exhaustivos cuestionarios de “Ines” entre el próximo 1 de septiembre y el 31 de enero del 2018.
A partir de ahora “Ines”, en teoría, va a tener, incluso, capacidad de análisis. La propia herramienta será capaz de generar informes automáticos y personalizados y dirigidos a la administración concernida. Esos mismos datos llegarán al Centro Criptológico Nacional, que los usará para sus asesoramientos a la Vicepresidencia del Gobierno en casos en urgentes y para elaborar informe anual del estado de seguridad del sector público español, al margen de otros estudios sectoriales (Administración General del Estado, comunidades autónomas, entidades locales, universidades).
El Centro Nacional de Inteligencia y la Vicepresidencia del Gobierno esperan que “Ines” se convierta también en una de las fuentes principales de datos para el Departamento de Seguridad Nacional, el órgano creado por Mariano Rajoy en 2012 y que asesora al presidente en las cuestiones de estrategia de seguridad del país.