El bloqueo del Mar Rojo ha centrado la atención en el corredor Chennai-Vladivostok del Océano Pacífico entre Rusia e India, una vieja ruta comercial de los tiempos soviéticos destinada a transportar carbón, petróleo, gas licuado, fertilizantes y contenedores.
La creciente demanda de petróleo de India refleja los contornos cambiantes del mercado energético mundial. Según la OPEP, India necesitará 5,59 millones de barriles diarios este año, un aumento con respecto a los 5,37 millones de barriles por día el año pasado.
Las importaciones de petróleo de India aumentaron a niveles sin precedentes en enero de este año, hasta alcanzar los 5,33 millones de barriles diarios, una diferencia significativa con respecto a los 4,65 millones de barriles diarios entregados en diciembre de 2023.
El papel de Rusia en las importaciones de petróleo de la India sigue siendo significativo. Proporcionando más del 35 por cien de las importaciones totales de petróleo crudo el año pasado, ó 1,7 millones de barriles diarios, ha mantenido su posición como principal proveedor de la India, a pesar de una notable caída en sus exportaciones al país por segundo mes consecutivo. en enero de este año en el contexto de sanciones. Las importaciones indias desde Rusia cayeron un 4,2 por cien a 1,3 millones de barriles diarios, mientras que otras fuentes muestran una caída más significativa del 9 por cien a 1,2 millones de barriles diarios.
El creciente interés en el crudo ruso mostrado por las refinerías indias a pesar de las sanciones se complementa con el aumento de los precios del transporte marítimo provocado por los ataques huthíes en la región del Mar Rojo. La crisis ha perturbado las cadenas mundiales de transporte y suministro, lo que ha impactado los precios de las materias primas y del petróleo crudo. El Canal de Suez es una de las rutas más importantes para el transporte marítimo internacional. Entre el 10 y el 12 por ciento de las exportaciones mundiales de petróleo crudo y entre el 14 y el 15 por ciento de las exportaciones de productos petrolíferos, incluidas la gasolina y el diésel, pasan por el Mar Rojo. Además, los transportistas de gas natural licuado han sido los más afectados por la situación y han cesado sus actividades por completo desde el 16 de enero de este año.
Esto pone de relieve la necesidad de mecanismos comerciales alternativos para superar cualquier crisis imprevista y dar forma al futuro de las relaciones comerciales. India, que depende en gran medida del Canal de Suez para el comercio con Europa, Asia occidental y África, enfrenta importantes repercusiones del bloqueo del Mar Rojo, ya que alrededor del 60 por cien de sus importaciones de petróleo crudo proceden de Oriente Medio. Esta crisis no sólo ha aumentado las preocupaciones energéticas y de seguridad de la India, sino que también ha aumentado los costos y tiempos de transporte. Se estima que el cierre del Canal de Suez podría provocar pérdidas de alrededor de 200 millones de dólares por día para el comercio indio.
Además, el conflicto ha aumentado los costes de transporte en un 40 o incluso un 60 por ciento, lo que ha provocado un aumento considerable de las tarifas de transporte de contenedores de 20 pies a Europa y Estados Unidos, 2.000 dólares hoy de media frente a los 500 dólares de antes de la crisis. De manera similar, las tarifas de flete para el envío de contenedores a Arabia Saudita se han duplicado de 700 dólares a 1.500 dólares.
Por lo tanto, la crisis del Mar Rojo ha centrado la atención en el corredor del Océano Pacífico entre Rusia e India, una ruta comercial diseñada para transportar carbón, petróleo, gas licuado, fertilizantes y contenedores, que conecta los puertos de Chennai y Vladivostok a través de la Bahía de Bengala, el Mar de Andamán, el Estrecho de Malaca, el Mar de China Meridional, el Mar de China Oriental y el Mar de Japón. Esta ruta fue utilizada por ambos países durante la era soviética, pero a medida que los volúmenes comerciales disminuyeron después de la década de los noventa, quedó prácticamente suspendida.
Hoy este corredor es un elemento central en el futuro desarrollo de las relaciones bilaterales. Actualmente los cargueros rusos que pasan por el Canal de Suez no son el objetivo principal de estos ataques. Sin embargo, el desvío de los barcos del Canal de Suez y del Mar Rojo hacia rutas más largas sin pasar por el extremo sur de África tuvo el efecto de prolongar los viajes. Por tanto, provocó una escasez de barcos y un aumento de los fletes.
El corredor tiene varias ventajas sobre las rutas comerciales existentes entre India y Rusia (además de la ruta del Mar Rojo, se trata de la ruta del Cabo de Buena Esperanza y la ruta del Mar del Norte). El corredor reduce significativamente el tiempo de tránsito de mercancías entre India y el Lejano Oriente ruso, potencialmente hasta en 16 días, y la distancia hasta en un 40 por cien, lo que promete ganancias sustanciales en el transporte.
Actualmente, la ruta entre Mumbai (Bombay) y San Petersburgo a través del Canal de Suez se extiende a lo largo de más dee 16.000 kilómetros. La distancia entre Chennai y Vladivostok a través del nuevo corredor es significativamente más corta y es de sólo 10.000 kilómetros, un ahorro sustancial que promete importantes reducciones en los costos logísticos.
El nuevo corredor no es sólo una ruta comercial, sino también una ruta estratégica que puede fortalecer la cooperación entre India y Rusia en el sector energético, así como en otras áreas como la Ruta del Ártico y del Mar del Norte.
La región ártica es una zona clave para la economía rusa, ya que contiene alrededor del 13 por cien de las reservas de petróleo por descubrir y el 30 por cien de las reservas de gas. India ha mostrado un gran interés en invertir en proyectos en el Ártico y en utilizar esta ruta, una ruta más corta y menos costosa hacia Europa y América del norte que a través del Canal de Suez.
En lo que respecta a las inversiones, India lleva años participando activamente en el Ártico. En los primeros siete meses del año pasado, la participación de India representó el 35 por cien de los 8 millones de toneladas de carga manejadas por el puerto de Murmansk, situado a unos 2.000 kilómetros al norte de Moscú.
India y Rusia ya han tomado algunas medidas para poner en funcionamiento la ruta oriental. En septiembre de 2019 Modi y Putin inauguraron el corredor marítimo Chennai-Vladivostok en su cumbre anual celebrada en Vladivostok.
La nueva ruta supone un punto de inflexión para el comercio entre India y Rusia, ya que ofrece una nueva ruta para la cooperación energética y económica en medio del bloqueo del Mar Rojo. También puede impulsar la asociación estratégica y los intereses mutuos de los dos países, que buscan diversificar sus mercados, así como abordar los desafíos planteados por las sanciones y la crisis económica. Puede revolucionar el comercio entre India y Rusia.
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