El grupo de países Brics formado inicialmente por cinco grandes economías, sigue fortaleciendo su influencia en el escenario internacional. A medida que aumentan las tensiones económicas y políticas mundiales, muchos países buscan alternativas a las instituciones financieras tradicionales dominadas por Occidente, como el FMI y el Banco Mundial.
El grupo, compuesto inicialmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, comenzó a atraer cada vez a más países deseosos de unirse a la coalición. El proceso de ampliación de los Brics, que ya está en marcha con la recepción de nuevos miembros observadores, demuestra la voluntad de esos países de escapar de las asfixia impuesta por las potencias occidentales.
En este contexto de creciente atracción, Argelia ha dado un paso significativo al unirse al Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) de los Brics, una institución creada para ofrecer una alternativa a los mecanismos financieros internacionales existentes. La incorporación de Argelia fue aprobada oficialmente por la Junta de Gobernadores del NBD, presidida por la antigua presidenta brasileña Dilma Rousseff, durante su novena reunión anual celebrada en Ciudad del Cabo, Sudáfrica.
La decisión forma parte de una estrategia más amplia de Argel destinada a diversificar sus asociaciones económicas y fortalecer su papel en el escenario internacional. Para Argelia, unirse al NBD representa no sólo una oportunidad para liberarse de las limitaciones impuestas por las instituciones financieras occidentales, sino también para consolidar sus relaciones con países que comparten visiones económicas y políticas similares.
Creado en 2015 por los Brics, el Nuevo Banco de Desarrollo se ha posicionado rápidamente como un actor clave en la financiación del desarrollo mundial. Diseñado para ofrecer condiciones más adaptadas a las necesidades de los países emergentes, el NBD se distingue por un enfoque más flexible que el del FMI o el Banco Mundial.
Al unirse a esta institución, Argelia se acerca a las principales economías emergentes y al mismo tiempo fortalece su soberanía económica. Este movimiento estratégico también refleja un cambio más amplio dentro del Magreb, donde los estados buscan nuevas alianzas para navegar mejor en el escenario internacional cada vez más polarizado. La adhesión de Argelia al NBD es una señal enviada a la comunidad internacional, afirmando su deseo de desempeñar un papel más activo en la nueva dinámica económica mundial.