Konstantin Murajtin |
Konstantín Murajtin, el piloto ruso que sobrevivió al ataque contra el bombardero ruso Su-24 derribado en Siria por un caza turco, ha asegurado que su avión no violó en ningún momento el espacio aéreo de Turquía.
“No, eso está descartado, ni siquiera durante un segundo, más aún cuando nosotros volábamos a una altura de cerca de 6.000 metros y el cielo estaba despejado”, ha dicho Murajtin a la televisión pública rusa desde la base aérea de Latakia.
“Pude ver perfectamente por el mapa y por el territorio [que sobrevolaba el avión] dónde estaba la frontera y dónde estábamos nosotros”, ha agregado. “Ni siquiera había amenaza de entrar en Turquía […] todo el vuelo estaba bajo mi control hasta el momento de la explosión del avión”.
El piloto, que se catapultó tras el impacto del misil disparado por un caza turco F-16, ha insistido en que él y sus compañeros conocían la zona como la palma de su mano: “Yo, como navegante, conozco prácticamente cada protuberancia sobre el terreno. Puedo orientarme incluso sin equipos electrónicos”, ha dicho.
En sus primeras declaraciones desde que fue rescatado en territorio sirio, el aviador ruso ha afirmado que, al contrario de lo que mantiene Ankara y la OTAN, la parte turca no realizó ninguna advertencia.
“En realidad, no hubo ninguna advertencia, ni por radio, ni visual. Ni siquiera hubo contacto alguno. Por ello, tomamos rumbo de ataque. Hay que tener en cuenta la velocidad de un bombardero y la de un caza F-16. Si nos quisieran advertir, podían haberse mostrado colocándose en paralelo. Pero no hubo nada de eso”, ha dicho.
“El misil vino hacia la cola del avión de manera repentina. Ni siquiera lo pudimos ver para poder efectuar una maniobra antimisiles”, sostuvo.
El comandante del Su-24 fue abatido cuando descendía en paracaídas, lo que el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mualem, ha tachado en Moscú de “crimen de guerra”. También murió un miembro de la tripulación de un helicóptero que participaba en las labores de búsqueda de los pilotos.