Chabolismo en pleno centro de París |
La escasez de combustible, que se ha exacerbado por el confinamiento, ha interrumpido la producción y el transporte de alimentos, advierte Oxfam, especialmente en las grandes ciudades.
El desempleo masivo, las interrupciones en el suministro de alimentos y la disminución de las ayudas a causa del confinamiento podrían causar hasta 12.000 muertos por hambre al día en el mundo a finales de este año, señala el informe, que cita datos de la Universidad Johns Hopkins.
Es el caso de Kadidia Diallo, una productora de leche en Burkina Faso entrevistada por los investigadores de Oxfam y que asegura que “su situación es cada vez más crítica”.
“La Covid-19 nos está causando mucho daño. Darles a mis hijos algo de comer por la mañana se ha vuelto difícil. Dependemos totalmente de la venta de leche, y con el cierre de los mercados, ya no podemos vender la leche. Si no vendemos leche, no comemos”, aseguró Daillo.
No sólo los países periféricos se han visto afectados. “Los datos del gobierno del Reino Unido muestran que durante las primeras semanas del cierre, hasta 7,7 millones de adultos redujeron el tamaño de las porciones de comida u omitieron comidas, y hasta 3,7 millones de adultos buscaron alimentos de caridad o usaron un banco de alimentos” advierte el informe.