El 12 de mayo los dos detenidos prestaron declaración en el Juzgado de Instrucción 2 de Denia. Serán juzgados el día 22 en el Juzgado de lo Penal número 3 de Benidorm, y podrían enfrentarse a una condena de hasta hasta a dos años y medio de prisión, según la petición formulada por la Fiscalía tras su declaración, que acusa a ambos de la comisión de dos delitos. Por un lado, uno de daños, por el que pueden ser condenados a la multa de 20 meses; y, por otro, un delito de amenazas según lo que tipifica el artículo 170 del Código Penal, que alude a los casos en los que las amenazas van dirigidas “a atemorizar a los habitantes de una población, grupo étnico, cultural o religioso, o colectivo social o profesional, o a cualquier otro grupo de personas, y tuvieran la gravedad necesaria para conseguirlo”.
La declaración de los dos detenidos respondía a la denuncia que contra ellos han interpuesto, como representantes del Partido Popular de Calpe, el alcalde, César Sánchez, y el primer teniente de alcalde, Paco Cabrera. Ambos han acudieron al Palacio de Justicia de Dénia a ratificar su denuncia. El PP cifra en 489 euros los desperfectos ocasionados a su sede, lo que hace que se acuse a los detenidos de un delito de daños, y no de una falta, al superar el importe los 400 euros.
Inicialmente, la Fiscalía chantajeó a los detenidos: si se declaraban culpables se les impondría -al margen de la multa- una pena de dos años por el delito de amenazas, por lo que al no tener antecedentes penales no tendrían que ingresar en prisión. Si no lo hacían, solicitaría para ellos tres años de cárcel. Finalmente, la fiscal dejó en dos años y medio, más la multa, su petición de pena.
Los hechos por los que se acusa a estos dos jóvenes acontecieron cuando de madrugada fueron sorprendidos por la Policía Local cuando realizaban fotografías a las pintadas que emborronaban la nueva sede del PP. Él llevaba un martillo en un bolsillo, con el que la acusación considera que pudo ocasionar los daños que, junto a las pintadas, se produjeron en los ventanales de la sede. También portaba una braga militar, según su versión; un pasamontañas, según la acusación. La versión de la Policía de Calpe añade que la chica llevaba además en el bolso varios botes de spray.
Era la segunda vez en tres días que la sede del PP sufría un ataque de este tipo. Y la novena ocasión en los últimos meses que se producen actos de este tipo en diferentes inmuebles de la población, tanto públicos como privados.
La sede del PP de Calpe queda apenas a 20 metros de la vivienda de los jóvenes. Ellos reconocen que acostumbran a tomar imágenes de las pintadas que aparecen en diferentes puntos del municipio y que las han difundido a través de redes sociales y blogs críticos con el gobierno local del PP.