Ayer miles de personas se manifestaron en el centro de Santiago de Chile para pedir la liberación de los presos encarcelados durante el estallido social contra la miseria que comenzó en octubre del año pasado, así como la dimisión del presidente del país, Sebastián Piñera.
La manifestación, que se alargó durante varias horas, derivó en enfrentamientos con la policía, destrozos de mobiliario urbano y saqueos.
La protesta fue convocada a través de redes sociales de manera anónima, haciendo un llamamiento a protestar con todos los medios posibles para exigir la amnistía para los presos y echar a Piñera.
Durante el desarrollo de la protesta, un grupo de personas saqueó una sucursal del banco Scotibank cercana a La Moneda, lanzaron cócteles molotov contra la policía e incendiaron una parada de autobuses.
También levantaron barricadas incendiarias y, según la emisora de radio local Cooperativa, un hombre de unos 50 años fue golpeado por manifestantes bajo la sospecha de que era un policía infiltrado.
La circulación de vehículos en las calles tuvo que ser cortada y varias paradas de la red de Metro fueron cerradas por precaución.
Carabineros lanzó gases lacrimógenos y chorros de agua a presión para dispersar la manifestación.
Las protestas sociales de Chile comenzaron en octubre del año pasado y aglutinaron a decenas de miles de personas contra la miseria que asola al país, con incendios, destrozo de mobiliario y saqueos, dejando una treintena de muertos y miles de heridos.
Las manifestaciones volvieron al final del confinamiento con diferentes reivindicaciones, como la amnistía para los presos políticos y la dimisión de Piñera.
Desde octubre del año pasado, la Fiscalía ha procesado a un total de 5.084 personas acusadas de diversos delitos cometidos en las manifestaciones, de los cuales 648 se encuentran en prisión preventiva y 725 ya fueron condenados.
Hasta el momento, el gobierno ha rechazado indultar a quienes cometieron delitos durante la ola de protestas.