El traficante de órganos Moshe Harel |
La policía de Pristina, la capital de Kosovo, había emitido una orden internacional de detención en su contra.
La red internacional de tráfico de órganos y de trasplantes ilegales está formada por otros seis israelíes que operaban desde Kosovo, Azerbaián, Sri Lanka y Turquía
En 2013 un tribunal europeo condenó a cinco médicos kosovares a penas de hasta ocho años de cárcel por tráfico de órganos en Kosovo, un caso que se remonta a 2008 y cuyas ramificaciones se extienden por toda Europa, América del norte y Oriente Medio.
El año pasado el Tribunal Supremo de Kosovo anuló la sentencia y ordenó un nuevo juicio que está en curso actualmente.
Según la fiscalía, se realizaron más de 30 extracciones de riñones y trasplantes de manera ilegal en la clínica Medicus, cerca de Pristina, cerrada en 2008 cuando estalló el escándalo.
En este tipo de delitos nunca detienen a los hospitales y multimillonarios que compran los órganos, a pesar de que viven cerca, son conocidos y tienen sus sedes en las grandes metrópolis occidentales.
Por ejemplo, a David Rockefeller le han cambiado el corazón seis veces en 38 años, la última de ellas en 2015, cuando tenía 99 años de edad, según informó World News Daily Report (*).
Es el motivo de que algunas fuentes protejan este tipo de delitos y no hayan mostrado el nombre del detenido. Sin embargo, la prensa local dice que se trata de Moshe Harel, buscado desde 2010 en Kosovo y acusado igualmente en 2015 en Tel Aviv.
La ocultación periodística es sinónimo de que detrás están el poder y la influencia política. En el caso del tráfico de órganos, siempre aparecen ciudadanos israelíes, algunos de los cuales son altos funcionarios de los aparatos de seguridad.
Es el motivo de que los cadáveres de los numerosos palestinos que asesina el ejército israelí no se entreguen a sus familias. En una entrevista a la cadena de televisión Al-Jazira en 2002, el difunto dirigente palestino Yasser Arafat acusó al régimen israelí de asesinar bebés, niños y jóvenes palestinos para quitarles sus órganos.
El ministro israelí Nessim Dahan lo admitió tácitamente en respuesta a la pregunta de un miembro árabe del Parlamento israelí. Afirmó que no podía negar o confirmar que el ejército hubiera extirpado los órganos de jóvenes y niños palestinos para trasplantes o para investigación científica: “No podría afirmar con seguridad que no ocurriera algo de eso”.
(*) http://worldnewsdailyreport.com/david-rockefellers-sixth-heart-transplant-successful-at-age-99/