Uno de los espías era un oficial de los servicios de inteligencia y el otro un soldado de la Marina de Guerra.
Desde hace meses ambos eran seguidos de cerca por el contraespionaje de Asaralah y fueron detenidos cuando se dirigían al hotel Sheraton de Sanaa.
Este hotel fue anteriormente la sede de la embajada de Estados Unidos, hasta que lo abandonaron a comienzos de este año.
Después Estados Unidos lo cedió a la ONU para que se instalara en sus dependencias, aunque no paga ningún tipo de alquiler por su utilización, por lo que toda la delegación internacional de la ONU está bajo sospecha de ser una tapadera de Estados Unidos.
Dicha delegación la componen decenas de funcionarios, de los que buena parte son de nacionalidad yemení y otros árabes. Se desplazan en aviones de la ONU entre Sanaa y Yibuti, la vía de salida de la Península Arábiga a través de África.
Enforquem-nos. Sem julgamento!
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