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| Abdulgadhir Masharipov |
El francés, cuyo origen es turco, estaba en un listado de personas vigiladas por la policía a causa de sus vínculos con el Califato Islámico y alquiló una vivienda en la se encondió el autor material de los disparos, el uzbeko Abdulgadhir Masharipov, que fue detenido a mediados del mes pasado.
En la primera madrugada de este año Macharipov penetró en la discoteca Reina armado de un fusil de asalto, matando a un civil y al policía que custodiaba la puerta. Inmediatamente después abrió fuego contra quienes celebraban el nuevo año, la mayor parte de ellos extranjeros.
La identificación del uzbeko descubrió la red centroasiática del Califato Islámico, de la que únicamente se conocía la rama afgana. Sin embargo, desde 1992, inmediatamente después de la desintegración de la URSS, opera en Uzbekistán el Movimiento Islámico, dirigido por un antiguo paracaidista del ejército soviético, Jumabai Jojaev, que utiliza el apodo de Juma Namangani.
El Movimiento Islámico participó en la guerra civil de Tayikistán y en 1997 se replegó hacia Afganistán, donde colaboró con Al-Qaeda y donde pereció Jojaev en los bombardeos que siguieron a los atentados del 11 de setiembre de 2001.
Entonces los uzbekos se refugiaron en Waziristán, al sur de Pakistán, donde la organización se fragmentó, incorporándose algunos de sus afiliados, como Masharipov, al Califato Islámico y desplazándose hacia occidente a través de Irán, donde la policía ha capturado a varios de ellos.
Otra de las viviendas en las que se escondió Masharipov después de cometer el atentado fue alquilada por un kirguís, que también fue detenido. Otro detenido era de nacionalidad iraquí y el resto de los detenidos eran mujeres africanas: una somalí, una senegalí y una egipcia.