El desmantelamiento de una red de espionaje que actúa en interés de Estados Unidos fue anunciado por Teherán el 18 del pasado mes de junio.
“Aquellos que traicionaron deliberadamente a su país fueron llevados ante la justicia. Algunos han sido condenados a muerte y otros a largas penas de prisión”, dijo el jefe de contrainteligencia del Ministerio de Inteligencia iraní a los periodistas, cuya identidad no ha sido revelada.
Los sospechosos estaban empleados “en sectores sensibles” o en actividades privadas relacionadas con estos sectores, dijo sin dar más detalles. Añadió que los sospechosos actuaban independientemente unos de otros, sin especificar cuántos habían sido condenados a muerte.
Algunos habían sido reclutados cayendo en una trampa tendida por la CIA mientras buscaban visas para viajar a Estados Unidos, según el funcionario iraní.
“Algunos se acercaron mientras solicitaban sus visas, otros ya tenían visas pero fueron presionados por la CIA cuando fueron renovados”, dijo.
Este anuncio se produce en un contexto explosivo entre Irán y Estados Unidos, un año después de la retirada estadounidense del acuerdo internacional sobre energía nuclear iraní, y en un momento en el que las tensiones aumentan día a día en el Golfo Pérsico.