En Kursk se entabló la mayor batalla de tanques de la historia en 1943 y ahora han vuelto las hostilidades, aunque los nuevos nazis, en lugar de grandes unidades blindadas, han puesto en liza pequeños grupos.
Avanzaron unos diez kilómetros en territorio ruso, aunque el frente se ha estabilizado y aún durará algún día más. Las pérdidas han sido considerables. La unidad que más avanzó en territorio ruso, alcanzando Leonidovo, fue aniquilada poco después por los intensos ataques de la aviación y la artillería rusas.
La táctica ucraniana es un misterio. Entre los comentaristas han corrido ríos de tinta para buscar alguna lógica militar al operativo. Una simple ganancia táctica mínima sin siquiera acercarse al nivel operativo sin siquiera explotar ninguna ventaja.
Un tamaño respetable sobre el papel, pero en realidad la concentración de tropas para una incursión fronteriza a costa de otros sectores del frente es desproporcionada. Guerasimov ha hablado de mil hombres, pero son muchos más.
Las brigadas mecanizadas son activos valiosos que habrían sido mucho más útiles en otros sectores. La carga de las pérdidas recae sobre las fuerzas de defensa territorial simplemente porque están movilizadas, mal entrenadas y poco motivadas para llevar a cabo cualquier otra cosa que no sea un intento de asegurar el territorio.
Rusia ha trasladado unidades de reserva de las Fuerzas de Operaciones Especiales, incluidos los antiguos de Wagner, e incluso ha retirado parcialmente algunas unidades del frente.
Saturan la línea de contacto para sentir de cerca a las tropas ucranianas y a unidades de la aviación.
El ejército ucraniano aprovechó su ventaja en los dos primeros días, cuando la batalla era más manejable con total superioridad en guerra electrónica y sin aviones enemigos en el cielo.
Los ucranianos se dispersaron a lo largo de la frontera y se atrincheraron.
Los rusos atacan su retaguardia para interrumpir las comunicaciones y los suministros, lo que puede obligarlos a retirarse, especialmente cuando el ataque por el flanco se produce poco después. En cualquier caso, no es más que un truco publicitario y un movimiento inútil para entretener a las inútiles masas de apoyo en las redes sociales y a los políticos belicistas occidentales.
Sobre el papel el tamaño de las unidades ucranianas es respetable, pero en la realidad la concentración de tropas para una incursión fronteriza a expensas de los otros sectores del frente es desproporcionada. Sencillamente una mínima ganancia táctica sin acercarse siquiera al nivel operativo ni pensar en explotar nada.
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