La base subterránea pertenecía a Hayat Tahrir Al-Sham, la marca de Al-Qaeda en Siria, y se encontraba a 20 kilómetros al norte de Alepo, en una zona recientemente liberada del control de los yihadistas.
Es una auténtica ciudad subterránea excavada en la roca, con una amplia entrada por la cabe hasta un camión. Los pasillos fueron probablemente excavados usando equipo especial, aparentemente tuneladoras, normalmente usadas para construir las líneas de metro.
El trabajo se llevó a cabo hace cuatro o cinco años, según el coronel sirio Rami Mauvas. Tenían todo lo que necesitaban: electricidad, agua corriente, tuberías e incluso internet.
Dentro hay calles y callejones, cuarteles, baños y aseos. Los muros están reforzados con ladrillos, a veces incluso cubiertos con azulejos.
Abu Muhammad Al-Julani, el fundador del Frente Al-Nosra y Hayat Tahrir Al-Sham, grabó sus discursos en una de las salas de la ciudad subterránea. Su personal también se encontraba allá, así como un depósito de municiones. Minas, proyectiles y cartuchos de varios calibres siguen almacenados en sus arsenales. A juzgar por las inscripciones de las cajas, eran de fabricación extranjera.