Hay diez fascistas detenidos de edades comprendidas entre los 32 y los 69 años que promueven las agresiones violentas contra los musulmanes.
Entre los detenidos está el cabecilla de la organización, Guy S., un jubilado de la policía nacional. Las detenciones se practicaron en la región costera de Charente-Maritime, al sur de Bretaña, en París y en los alrededores de la capital, en Córcega, en Haute-Vienne y en la región de Cher en el centro de Francia.
En los registros domiciliarios la policía ha encontrado granadas caseras. Según la cadena francesa TF1-LCI, los objetivos eran imanes, presos islamistas que han cumplido su condena y mujeres con velo elegidas al azar en la calle.
En octubre del año pasado la policía también desmanteló otro grupo fascista estructurado alrededor de Logan Nisin, militante del movimiento monárquico Acción Francesa, que había sido detenido en junio de 2017.
Nisin reconoció haber fundado un grupo bautizado OAS, que retoma el nombre de una organización terrorista creada en la España franquista que realizó una campaña sanguinaria en contra de la independencia de Argelia en los años sesenta del pasado siglo.
El grupo tenía como objetivo al candidato presidencial del partido Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon y a Christophe Castaner, responsable de las relaciones entre el Gobierno Macron y el Parlamento. La organización también apuntaba a restaurantes kebab en la región de Marsella o la gran Mezquita de Vitrolles.
El reagrupamiento de los fascistas franceses tiene su origen en el asesinato el 5 de junio de 2013 en París del antifascista Clement Meric, que provocó la disolución de cuatro organizaciones fascistas por el gobierno.
A comienzos de este mes se abrió un juicio por el intento de reconstruir a dos de ellas, Obra Francesa y Juventudes Nacionalistas.
Los fascistas levantaron el vuelo en 2015 con la campaña islamofóbica desatada en Francia, tras los atentados contra la revista Cherlie Hebdo.