La documentación estaba almacenada en un depósito al sudoeste de Londres y los responsables de los archivos nacionales aseguran que los están buscando y que tienen un plan sólido para encontrarlos.
Entre la documentación hay un informe del Ministerio de Asuntos Exteriores titulado “Colaboración militar y nuclear con Israel: el armamento nuclear israelí”, que contenía notas de los servicios británicos sobre los propósitos israelíes de comprar armamento atómico.
El documento está vinculado a una resolución de la ONU de 1978 sobre la acumulación pruebas relativas al intento por parte de Israel de fabricar una bomba atómica.
Otro expediente que data de 1958 también ha desaparecido. Versaba sobre la venta de 20 toneladas de agua pesada, uno de los ingredientes necesarios para la fabricación de plutonio, a Israel a fin de que los utilizaran en el reactor nuclear que tienen en Dimona.
A pesar de la desaparición de documentos, los archivos nacionales británicos aseguran que no han sido robados. Cada año desaparece el 0,01 por ciento de los 11 millones de expedientes, lo que supone alrededor de 100 documentos al año.
El Estado de Israel ni recooce ni desmiente la posesión de armas nucleares, aunque es notoria después de las revelciones de dechai Vanunu, un científico israelí que afirmó que tenían entre 100 y 200 misiles nucleares.
Secuestrado por el Mosad en 1986, Vanunu fue condenado a 18 años de cárcel en Israel por contar la verdad, antes de ser liberado en 2004.