«Por ejemplo, en 2001, todo el mundo sabía que las personas acusadas de haber secuestrado los aviones implicados en los acontecimientos del 11 de septiembre no aparecían en las listas de pasajeros de esos aviones. Sin embargo, bajo el shock de los acontecimientos, la gran mayoría aceptó sin chistar las acusaciones absurdas que emitía el entonces director del FBI -un tal Robert Muller- contra los «19 secuestradores aéreos». Otro ejemplo: todos saben que el Irak gobernado por el presidente Saddam Hussein disponía únicamente de viejos cohetes Scud soviéticos de sólo 700 kilómetros de alcance, pero numerosos estadounidenses hermetizaron las puertas y ventanas de sus casas para protegerse de los gases que el «diabólico dictador» planeaba lanzar utilizar contra Estados Unidos. Hoy en día, tratándose del Covid-19, el confinamiento voluntario a domicilio es lo que convence a cada cual de que la amenaza realmente existe«, afirma Thierry Meyssan en Red Voltaire.
Hay que recordar que el confinamiento de personas sanas sigue siendo una medida que no tiene unanimidad en la comunidad científica, ya que existen criterios que apuntan que sólo deben ser confinadas aquellas personas que presenten o hayan estado en entornos con síntomas.
Y sobre todo, hay que recordar que el índice de mortalidad de esta epidemia no es significativo en comparación con una gripe común, bastante más mortal.
Los casos de Italia, Francia y España
En Italia, se trató primero de aislar las regiones contaminadas siguiendo el principio de la cuarentena, pero después se ha tratado de aislar a los ciudadanos unos de otros, lo cual implica el uso de una lógica diferente.
Según el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y el presidente francés, Emmanuel Macron, el confinamiento de toda la población a domicilio no apunta a vencer la epidemia sino a ganar tiempo ante el contagio para que los hospitales no colapsen ante una afluencia excesiva de enfermos. En otras palabras, no es una medida de carácter médico sino de naturaleza puramente administrativa y no hará disminuir la cantidad de personas infectadas sino que sólo distribuirá los casos en un periodo de tiempo más largo. España, bajo el gobierno de PSOE-Unidas Podemos, ha seguido a pies juntillas esta lógica.
Para convencer a los italianos y a los franceses de que esa decisión se justifica, el primer ministro italiano Conte y el presidente francés Macron dijeron contar con el apoyo de comités de expertos científicos. Por supuesto, esos comités no tienen objeción en que la gente se mantenga se quede en casa… pero tampoco se oponían a que continuaran sus ocupaciones habituales. Después, Conte y Macron hicieron obligatoria la presentación de un formulario oficial por parte de las personas que salen a la calle. Se trata de una declaración personal bajo palabra de honor que las personas presentan llenando un documento que lleva el membrete del ministerio del Interior, declaración que no es objeto de ninguna verificación.
En definitiva, los gobiernos de Italia, Francia y España asustan a la población emitiendo imposiciones inútiles, que los médicos especializados no aprueban: como la recomendación de portar constantemente guantes y máscara.
Sobre la base de esas recomendaciones, pedí que se adoptaran medidas en siete áreas cruciales.
Esas medidas incluían: no restringir los viajes ni el comercio a raíz de la información actual; incrementar el apoyo internacional a los entornos frágiles; acelerar el desarrollo de vacunas, tratamientos y medios de diagnóstico; intensificar las medidas para luchar contra los rumores y la información errónea; examinar y fortalecer los planes nacionales de preparación para emergencias sanitarias con miras a frenar el brote; intercambiar datos, conocimientos y experiencias con la OMS y el mundo; y basar los esfuerzos por derrotar el brote en un espíritu de solidaridad y colaboración.«
ponga dinero sobre la mesa sino que estará detrás cubriendo con avales. A través del ICO, el Estado otorgará garantías de hasta 100.000 millones de euros, con el fin de facilitar la concesión de préstamos tanto a empresas como autónomos.