Sigue la escalada de precios del oro en los mercados internacionales, que desde 2018 ha duplicado su cotización: de 1.200 dólares a 2.400 este mes de mayo. Como hemos indicado en entradas anteriores, es un índice del miedo que los grandes financieros tienen a la crisis capitalista.
Cuando se asustan, unos meten la cabeza dentro de un agujero y otros, como los especuladores, compran oro. Como ellos mismos confiesan, “in gold we trust” (IGWT, confiamos en el oro), que es también el titulo de un informe anual sobre el codiciado metal.
Las reglas del juego han cambiado, aunque más bien habría que decir que lo que ha cambiado es la estrategia: mientras los especuladores occidentales siguen el viejo manual de siempre (porque hasta ahora les ha ido bien y se aprovechan de su posición dominante), las economías emergentes (asiáticos) se han pasado al oro.
No obstante, comprar oro para invertir es algo extraño porque el metal amarillo no genera dividendos anuales, a diferencia de las acciones. El oro es un refugio, un “medio de atesoramiento” que diría Marx, porque no se devalúa nunca. Es dinero en sí mismo, el único.
Los informes dicen ahora que el oro vuelve a convertirse en un metal monetario de importancia mundial. Hasta ahora el oro se cotizaba en las bolsas, como cualquier otra materia prima. Ahora algunos países lo utilizan para pagar sus importaciones (*), es decir, como medio de cambio y dinero mundial.
Recientemente Forbes sugería que el capitalismo se estaba moviendo gradualmente hacia un nuevo patrón oro. Ingenuamente añadía que, tiempo atrás, el viejo patrón oro había asegurado la estabilidad y el crecimiento económico.
El atractivo del oro aumenta si se tiene en cuenta la escalada de la deuda pública mundial que, según Forbes, triplica el PIB mundial. Es una manera de decir que el capitalismo sobrevive gracias a la respiración asistida.
El comercio mundial se está fragmentando y los países se están volviendo cada vez más insulares, lo cual debería reducir la importancia del oro en el sistema de pagos internacionales. Pero no es así. Su importancia aumenta, y seguirá aumentando porque en el futuro también los especuladores occidentales abandonarán los viejos manuales que han aprendido en las facultades de economía.
(*) https://www.kitco.com/news/article/2024-05-24/gold-has-new-momentum-its-utility-grows-global-trade-franklin-templetons