Esta mañana el Consejo Europeo ha convocado una cumbre de urgencia para debatir la continuación de la Guerra de Ucrania y el apoyo al ejército de Kiev. A eso lo llaman la “defensa de Europa” y el enemigo es Rusia, como no podía ser de otra forma.
La anterior cumbre de Londres del 2 de marzo demostró que muchos países europeos apoyan la continuación de la guerra y que Ursula von der Leyen y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, secundan los planes militaristas.
Ambos aprovechan su cargo para actuar en nombre propio y en contra de sus respectivas organizaciones, lo cual resulta especialmente insólito.
Como nadie sabe tampoco a quién representan este tipo de cumbres, la agencia de noticias Bloomberg habla de crear una Europa+, que incluiría a estados fuera de Europa, pero dispuestos a enviar tropas para mantener a Ucrania en guerra. Es la “coalición de voluntarios”.
Desde luego que quienes tanto hablan de “Europa” son sólo unos pocos. El húngaro Orban ha pedido que no aprueben ningún acuerdo porque los desacuerdos son insuperables. Por su parte, el eslovaco Robert Fico ha criticado la celebración de una cumbre ya que “no puede tomar decisiones si los dirigentes europeos respetan diferentes puntos de vista”.
Eslovaquia no apoyará a Ucrania financiera ni militarmente para continuar la guerra, ha dicho Fico, que ha amenazado con bloquear la cumbre debido al corte del tránsito de gas por parte de Ucrania a la Unión Europea. Según él, Ucrania ha perjudicado al país al tomar medidas que han llevado a precios más altos del gas. El jefe del gobierno eslovaco critica que los miembros de la Unión Europea estén a favor de la guerra.