El fiscal Alexander Acosta |
El caso de Jeffrey Epstein presenta una miríada de tentáculos sobre intrigas políticas, maquinaciones y, más específicamente, pura malversación al más alto nivel.
Todo el mundo conoce ahora el privilegiado trato de que disfrutó Jeffrey Epstein en 2008. El FBI tenía pruebas incriminatorias en su contra, ya que su investigación, apodada “Operación Año Bisiesto”, dio como resultado una acusación de 53 páginas que podría haberle llevado a prisión de por vida. Podrían haber detenido la trata de niños y niñas y haber salvado a cientos de ellos. En su lugar ocultaron las cosas y nunca presentaron a Epstein ante un gran jurado.
No, nunca fue llevado ante un gran jurado. Alexander Acosta, entonces fiscal del Distrito Sur de Florida, y Alan Dershowitz, abogado de Epstein, firmaron un acuerdo de conveniencia para preservar a Epstein y mantener el negocio. A Epstein se le otorgó inmunidad de un proceso penal federal. Y, lo que es aún más extraño, añadieron al acuerdo que los cuatro cómplices conocidos y todos los cómplices “potenciales” no identificados serían inmunes al enjuiciamiento federal. ¡Es increíble!
El gobierno federal nunca tendría la posibilidad de acusar a los traficantes de niños en relación con Epstein. Esa decisión, que debería estar en los titulares en un bucle continuo, debe ser entendida. ¡Es el sistema judicial de Estados Unidos de América!
Según el Miami Herald, el acuerdo de conveniencia cerró la investigación en curso del FBI, que buscaba averiguar si había otras víctimas y otras figuras poderosas involucradas en el tráfico pedocriminal de Epstein. En ese momento, con la finalización de la investigación, se precintó la acusación. El Miami Herald escribió: “Acosta acordó, a pesar de una ley federal en contra, que el acuerdo se mantendría precintado”.
Muchos consideraron ilegal y poco ético que Acosta mantuviera el acuerdo precintado. El Miami Herald citó un correo electrónico del abogado de Epstein, quien convocó una reunión irregular con Acosta en un lugar discreto:
“El compromiso conmigo lo asumió en nuestra reunión del 12 de octubre”, escribió Lefkowitz, uno de los abogados de Epstein, en una carta a Acosta después de un desayuno de trabajo en West Palm Beach. El abogado esperaba que Acosta cumpliera su promesa de mantener el acuerdo en secreto. “Usted […] me aseguró que su oficina no se pondría en contacto con personas identificadas, testigos potenciales o demandantes civiles potenciales y abogados respectivos en este caso”, escribió Lefkowitz.
El artículo del Miami Herald argumenta que ciertos aspectos del acuerdo con Acosta eran contrarios a la ley federal. “Como parte del acuerdo, Acosta acordó, a pesar de la legislación federal que se opone a él, que el acuerdo no sería revelado a las víctimas. Como consecuencia, el acuerdo, que excluía cualquier procedimiento legal, fue precintado inmediatamente después de la aprobación del juez, evitando así cualquier posibilidad de que las niñas -o cualquier otra persona- pudieran comparecer ante el tribunal e intentaran buscar justicia.
Algunas cosas no son éticas y van contra la ley, otras son equivocadas y otras son perversas. Fue malicioso. El acuerdo de conveniencia de Acosta no sólo selló los acuerdos con las víctimas, sino que también trató a Epstein con extrema indulgencia y lo protegió a él, así como a todos sus cómplices, a sus amigos traficantes y a los posibles traficantes. Los poderosos se protegen unos a otros. Se puede ver con todos los famosos admirados, que saben exactamente quién era Epstein y que se comportaron descaradamente con él tras sus reuniones singulares.
Piensa en ello. Durante la siguiente década, Alexander Acosta supo en detalle lo que estaba pasando en la Isla de las Orgías, y no se ocupó de ello. No hubo redadas, ni vigilancia, ni investigación; simplemente permitió que el tráfico de niños continuara sin obstáculos.
¿Cuáles fueron las consecuencias del hecho sin precedentes de que Alexander Acosta permitiera la trata de niños? De hecho, fue recompensado por ello. Donald Trump lo nombró Secretario de Trabajo. Irónicamente, el Secretario del Departamento de Trabajo vigila el tráfico de niños; el zorro mantiene el gallinero.
El 27 de abril de 2017, por 60 votos a favor y 38 en contra, el Senado confirmó a Acosta como Secretario de Trabajo. Recibió el apoyo de sólo ocho senadores demócratas, mientras que todos los senadores republicanos lo confirmaron. Estos senadores conocían el vínculo entre Acosta y Epstein. Conociendo el acuerdo de conveniencia, parece que simplemente no les importaban los niños y niñas víctimas de la trata. Como los famosos que asistían a las fiestas de Epstein y lo frecuentaron. Caminando en círculos de acuerdo con su moralidad, los poderosos apartan la vista y bailan con el diablo.
Añada a este cóctel un artículo de la periodista de investigación Vicky Ward. En el Daily Veast, cita a un ex alto funcionario de la Casa Blanca que le cuanta lo que Acosta dijo en su entrevista con el equipo de transición del presidente Donald Trump: “Me dijeron que Epstein ‘pertenecía a la comunidad de inteligencia’ y que lo dejara en paz”. Si supiera que los niños, tal vez cientos de menores, son víctimas de abuso sexual y trata, si alguien te dijera que están siendo utilizados con fines de “inteligencia”, ¿volverías la cabeza simplemente?, ¿no harías nada?
Pero nos atrevemos a decir que aún hay algo más diabólico. En su nuevo cargo como Secretario de Trabajo, Acosta comenzó proponiendo un recorte del 80 por ciento en la financiación de la Oficina Internacional del Trabajo. Esta organización lucha internacionalmente contra la trata de seres humanos, incluida la pedocriminalidad y el trabajo infantil forzado. Su presupuesto aumentaría de 68 millones de dólares el año pasado a sólo 18,5 millones de dólares en 2020. La reducción propuesta sería tan drástica que los expertos han anunciado que destruirá muchos esfuerzos federales para combatir el tráfico sexual y pondrá en peligro las vidas de muchos niños.
Katherin Clark, la representante del Congreso, emitió este comunicado de prensa el 3 de abril de 2019: “Hoy, en una audiencia del Comité Presupuestario, Katherine Clark, vicepresidenta del Grupo Parlamentario Demócrata de la Cámara de Representantes, interrogó al Secretario de Trabajo, Alexander Acosta, sobre su capacidad para supervisar al Departamento de Trabajo, dado su sesgo a favor de los poderosos a expensas de las víctimas de la trata, y su propuesta de reducir los programas de protección de los trabajadores y los supervivientes”.
Clark cuestionó la lealtad del Secretario Acosta a su tarea en el Departamento de Trabajo: “Una de cada siete personas desaparecidas es probablemente una víctima de la trata sexual y se estima que cientos de miles de adultos y niños son víctimas en Estados Unidos. Sin embargo, usted propone reducir el presupuesto de la Oficina Internacional del Trabajo en un 79 por ciento, una reducción de 68 millones de dólares a sólo 18,5 millones de dólares. No es la primera vez que Usted finge no ver el tráfico de personas, ¿verdad?”
Los demócratas estaban tan indignados por el acto de sabotaje gratuito de los recursos del gobierno para detener el tráfico de niños y niñas que pidieron a Acosta que renunciara. Según ellos, impedir la persecución sin trabas de la trata de niños es una tendencia en Acosta.
La batalla sobre el futuro de los recortes presupuestarios para la trata de niños y niñas continúa. Los recortes propuestos por Acosta, que alcanzaron la suma de 4.700 millones de dólares con Trump, se publicaron en marzo. Esta cantidad incluye varios proyectos republicanos, incluyendo fondos adicionales para el ejército y la financiación del muro fronterizo. Los demócratas reaccionaron con un presupuesto para 2020, aprobado por la Cámara en junio. Se espera que los recursos destinados a la trata de niños y niñas alcancen los 122 millones de dólares.
Debes preguntarte sobre hombres poderosos como Alexander Acosta. ¿Cómo duermen por la noche? ¿Sólo tienen una conciencia? Aunque se han vuelto muy poderosos, ¿proteger a alguien como Jeffrey Epstein es aceptable para ellos? ¿Cuándo se convirtieron en cobardes hasta el punto de aceptar reducir el presupuesto para que la trata de niños y niñas pueda continuar? ¿Por qué Donald Trump lo nombró Secretario de Trabajo cuando estaba al tanto del acuerdo entre él y Epstein? ¿Cómo podrían todos estos senadores apoyar el nombramiento de Acosta a una posición que nunca debió haber tenido? ¿Cómo y por qué Donald Trump redujo significativamente el presupuesto de Acosta, y cómo podría integrar la cantidad eliminada en su propio presupuesto?
www.pravdareport.com/opinion/142718-acosta_epstein/
Más información:
– Sexo, mafia y poder en el gobierno de Estados Unidos
– Acusan de pedofilia a Clinton y a altos dirigentes políticos y financieros mundiales
– Además de explotar a los trabajadores, los capitalistas violan a su hijas como hacían los señores feudales
– De la alta sociedad a la más baja política