Le tocó en suerte a Kim Hyok Chol, quien nada más llegar en junio con un reducido número de funcionarios se había puesto a estudiar el negocio turístico hispánico. Visitaron Barcelona y Benidorm porque querían aprender de un municipio organizado en torno a una playa, a hoteles y restaurantes.
Incluso organizaron una conferencia en Madrid para mostrar a los interesados las posibilidades turísticas de Corea del norte. Uno de sus grandes capítulos de exportación es el marsico, que es lo que sirven en los mejores restaurantes franceses (casi a la altura del gallego). Dicen que las playas de Corea del norte son parecidas a las de la Costa Brava…
El mundo del revés: Corea del norte no es un país hermético por voluntad propia. El gobierno español le despidió al embajador muy poco después de que llegara y el bloqueo se estrecha cada día un poco más, como la soga en el pescuezo del ahorcado.
Desde julio la Oficina de Turismo, que es un organismo público, organiza visitas guiadas en función del tiempo de permanencia en el país, que conducen tanto a lugares históricos, como a playas del tipo de las de Majon, que son las favoritas de surfistas del mundo entero.
Actualmente unos 100.000 turistas visitas cada año Corea del norte. La mayor parte de ellos son chinos y lo hacen por motivos familiares e históricos. Se trata de quienes tuvieron a algún familiar combatiendo durante la guerra de 1950 a 1953, en la que participaron un millón de soldados del Ejército Popular de Liberación chino defendiendo a Corea del imperialismo.
En otros tiempos, hacia el cambio de siglo, ambas Coreas se pusieron de acuerdo para crear instalaciones turísticas conjuntas en el monte Kumgang, que está en la frontera entre ambos países. Tuvo que cerrar en 2008, cuando el clima se enrareció.
De los 5.000 turistas occidentales que visitan Corea del norte cada año, 1.000 son estadounidenses que desafían las instrucciones de su gobierno. Es posible que ahora el número sea mucho más reducido.
Todo lo que cuentan sobre Corea del norte no es que sea mentira; es basura. Pero si el lector tiene los medios, puede comprobarlo por sí mismo viajando al país e informándose por sus propias fuentes. Para ello puede empezar por la web de la Oficina de turismo de Corea del norte: http://tourismdprk.gov.kp/
