Aunque las ONG han impuesto “certificados” para impedir la venta de minerales teñidos con la sangre de la guerra, el precio de los minerales no certificados es la mitad y padecemos un mercado “libre”; luego lo que se compra y vende son minerales que chorrean sangre por los cuatro costados.
De las 1.313 empresas registradas por la ONG, sólo 301 venden minerales con el certificado que garantiza que están libres de sangre.
Según un informe de Global Witness publicado a principios de julio del año pasado, en el Congo las empresas extranjeras, chinas algunas de ellas, actúan en complicidad con grupos armados para sacar oro del país. El informe se titula “Río de oro. Cómo el estado salió perdiendo de la fiebre del oro en el este del Congo, mientras grupos armados, una compañía minera extranjera y las autoridades provinciales se embolsan millones” (1).
No obstante, algunas ONG, como Enough Project, aseguran que los certificados han sido un éxito porque ahora hay menos grupos armados que se financian gracias a las explotaciones mineras (2). Lo que se le olvida contar es que algunos de esos grupos que han desaparecido ahora son empresas capitalistas que hacen lo mismo pero sin armas (a la vista).
A las guerras se suma la explotación de la mano de obra en condiciones esclavistas, algo para lo que no hay ningún “certificado” de ninguna ONG.
(1) https://www.globalwitness.org/en/campaigns/democratic-republic-congo/river-of-gold-drc/
(2) http://www.enoughproject.org/files/ComingClean-Getting-Conflict-Minerals-Certification-on-Track.pdf