El jueves se produjo el bautismo de fuego de las tropas rusas de Wagner en Mali. En un enfrentamiento que tuvo lugar cerca de la localidad de Mandoli, en el centro del país, entre un grupo terrorista y las tropas del ejército regular, un instructor militar ruso resultó herido.
El enfrentamiento se saldó con varios muertos entre los yihadistas, probablemente pertenecientes a la milicia Macina, que forma parte del Grupo de Apoyo al Islam y a los musulmanes.
La presencia de los instructores militares rusos en Malí es cada vez más visible. Sin embargo, no se sabe si son mercenarios del grupo paramilitar Wagner, o si son militares regulares, es decir, dependientes del Ministerio de Defensa ruso, como afirma el gobierno de Bamako.
Cientos de soldados rusos han llegado a Mali a través de Argelia. Se trata de paramilitares que estaban desplegados en territorio libio. Los servicios secretos rusos organizaron su traslado a Mali a través de Argelia, con el acuerdo del gobierno argelino.
Los instructores militares rusos también están presentes en Tombuctú, que la fuerza Barjan abandonó el 14 de diciembre del año pasado, en el marco de la reorganización de su operación en el Sahel. Un funcionario maliense sostuvo que se trataba de instructores cuya tarea era proporcionar una especie de servicio posventa para los equipos de fabricación rusa. Probablemente se trate de los helicópteros Mil Mi-17 entregados recientemente al ejército regular, que en diciembre también recibieron vehículos blindados BRDM-2 y BTR-70 y VN2C producidos por el grupo chino Norinco.
Los paramilitares están destinados a misiones de intervención en suelo maliense. Su traslado se ha ido produciendo gradualmente desde octubre del año pasado. Algunos de los soldados de este ejército pasaron varios días en Argelia antes de incorporarse a Mali tras las operaciones aéreas llevadas a cabo con toda discreción en concertación con el gobierno malienses y los servicios secretos rusos.
El papel de Argelia como intermediario entre Rusia y Mali está así claramente asumido, aunque siga siendo secreto y confidencial. El gobierno argelino está haciendo todo lo posible para evitar la más mínima filtración de información comprometedora en este caso. Las autoridades militares están supervisando este movimiento y vigilan especialmente las acciones de quienes estuvieron directa o indirectamente relacionados con el traslado de paramilitares rusos a Mali.
Varios aviones militares rusos han sobrevolado recientemente el territorio argelino con destino a Bamako, la capital de Mali. El 19 de diciembre un Tupolev TU-154M perteneciente a la flota militar de la Fuerza Aérea Rusa cruzó el cielo argelino para llegar a Bamako. La aeronave había despegado de Siria antes de detenerse en Libia y volar después a Mali. Se trata simplemente de un traslado a territorio maliense de los soldados de Wagner organizado por el gobierno ruso con el acuerdo y la bendición de las autoridades argelinas, que rápidamente emitieron autorizaciones a los aviones militares rusos para cruzar su espacio aéreo.
En diciembre del año pasado se detectaron varias movimientos aéreos en Mali, que siguen siempre la misma ruta: Moscú-Siria y luego una escala en Libia antes de cruzar Argelia y aterrizar en Bamako.
La participación de Argelia en este despliegue de fuerzas rusas en Mali es, por lo tanto, un logro para Rusia. Varios medios de comunicación franceses, entre ellos el diario Le Monde, revelaron el jueves que “más de 300 paramilitares y soldados rusos estarían ahora desplegados al norte de Bamako”.
“Ya no hay dudas. Mercenarios rusos afiliados a la empresa privada Wagner están siendo desplegados en Mali, especialmente en el centro del país. Mientras que en la víspera de Navidad se estimaba que sólo eran unos cuarenta individuos estacionados en una base aérea junto al aeropuerto de la capital, Bamako, ahora su número ha aumentado a entre 300 y 350 hombres, que han avanzado hasta Tombuctú”, revela Le Monde.
El gobierno argelino aún no se ha pronunciado oficialmente sobre el despliegue de las tropas rusas en Mali. El acercamiento de la junta maliense a Moscú se realiza entre bastidores.