Era la respuesta del gobierno de Pekín a las provocaciones con las que Trump ha iniciado su andadura en Washington. China recuerda que su unidad nacional no es negociable y que no admitirá ninguna forma de compadreo de Estados Unidos en Taiwan.
Como por casualidad, ayer la fuerza aeronaval china comenzó sus primeros ejercicios con munición real. Las fotografías que se tomaron durante las maniobras, especialmente del caza Shenyang J-15, han llegado a los medios para que el Pentágono las eche un vistazo y no necesitan mayores comentarios.
Con la típica chulería gringa, propia de matones de barrio, Obama ha dicho que Rusia y China son “pequeños países que no producen gran cosa y no innovan nada”. Seguro que eso es para el consumo interno de la propaganda. El caza chino J-15 es un derivado de la tecnología aeronáutica rusa y en el Pentágono los analistas consideran que es muy inferior al F/A 18 Hornet de su cosecha.
A pesar de todo, en el Pentágono se toman este tipo de avances mucho más en serio y sobre todo no están seguros de que lo que muestran las fotografías en las rampas de lanzamiento del portaviones sean todas las sorpresas que les depara la tecnología militar china.
Es posible que haya más cosas que no saben, que sospechan o que sólo están en los planos. El gobierno de Pekín acaba de aprobar la construcción de cinco nuevos grupos de combate. China ya no tiene defensa posible en su propio continente. Para salir adelante necesita superar el enorme retraso aeronaval en las costas del Pacífico.