Los especialistas creen que se trata de la segunda brigada dotada de misiles DF-41 del Ejército chino que se encuentra en servicio y que ha sido instalada en el noreste de China.
“El potencial nuclear chino debería ser tan fuerte que ningún país se atreviera a pensar en un enfrentamiento militar bajo ninguna circunstancia y que otorgara a China la capacidad de responder a cualquier provocación”, asegura el artículo del Global Times.
Los misiles Dong Feng 41 (del chino, literalmente “viento del este”), es un misil balístico intercontinental propulsado por combustible sólido de tres etapas. Cuenta con la capacidad para portar de 10 a 12 cabezas nucleares y un alcance máximo de 14.000 kilómetros, con lo que podría alcanzar cualquier punto del planeta.
El proyecto de misiles de la serie Dong Feng se inició con el soporte de los especialistas soviéticos después de que la URSS aprobara en 1950 un proyecto de ayuda al desarrollo armamentístico chino. Sus primeros modelos fueron una adaptación de los sistemas balísticos R-2 y R-5M soviéticos.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha comentado la noticia señalando que Moscú “no considera una amenaza” la ubicación de los misiles balísticos chinos en la provincia fronteriza con Rusia.
Algunos medios informativos locales han relacionado esta medida con la toma de posesión de Trump “como una reacción a las provocadoras declaraciones de Trump respecto a China”.
“Estados Unidos no ha mostrado el suficiente respeto por el Ejército de China”, asegura el artículo, que recuerda que algunos altos mandos militares “en varias ocasiones intentaron con arrogancia mostrar su intención de medir fuerzas“. El misil DF-41 que prueba China podría alcanzar Estados Unidos en 30 minutos.