Ayer el gobierno chino anunció sanciones contra las empresas estadounidenses que dañen sus intereses de seguridad o violen las reglas del comercio internacional. Estas medidas son una respuesta al asedio de Washington contra empresas chinas, como Huawei, TikTok o WeChat.
El anuncio del Ministerio de Comercio no apunta específicamente contra ninguna empresa extranjera en concreto, ni hace un listado de ellas.
En los últimos meses, las relaciones entre Estados Unidos y China han alcanzado un mínimo histórico, a causa de las provocaciones de Estados Unidos, que van desde la desestabilización de Hong Kong hasta la pandemia, pasando por el cierre del mercado estadounidense a empresas tecnológicas chinas.
En julio Trump, puso fin a la relación comercial especial de Estados Unidos con Hong Kong, que en el pasado había eximido a la ciudad de ciertos derechos de aduana.
También en julio, ambos países ordenaron el cierre de sus consulados en Houston y Chengdu.
En agosto Washington sancionó a los funcionarios del gobierno chino por una supuesta violación de la autonomía de Hong Kong, incluyendo a la dirigente de la ciudad, Carrie Lam.
Al mismo tiempo, prohibió que dos aplicaciones informáticas chinas, TikTok y WeChat, operaran en Estados Unidos.
Hace unos días la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Shanghai publicó una encuesta según la cual el 92 por ciento de las empresas estadounidenses afincadas en China están decididas a permanecer en el país asiático, incluso si las relaciones entre ambos países siguen deteriorándose.
La voluntad de permanencia existe a pesar de que el año pasado Trump les ordenó marcharse, por lo que en Washington estudian el desacoplamiento de ambas economías.
Para las empresas estadounidenses China es una fuente importante de beneficios. La parte que procede del país asiático ha pasado de un 9,4 por ciento a un 32 por ciento.
China ofrece muchas ventajas a las empresas extranjeras que se quedan en el país. Algunas se aprovechan de la mejora en el poder adquisitivo de millones de chinos, mientras que otras siguen dependiendo del país para su producción.