A medida que los enfrentamientos entre el ejército regular y las FDS se han agudizado en torno a Deir Ezzor, la colaboración entre lso opositores se ha tornado mucho más franca y abierta.
En unas declaraciones al diario arabófono Al-Watan, el jeque de la tribu Al-Akidat, una de las más numerosas de Siria, ha cifrado en unos 500 los yihadistas que han pasado a formar parte de las FDS en el frente de Deir Ezzor huyendo del campo de batalla en las cercanías de la ciudad de Al-Shaddadi, al sur de Hasaka.
Al-Dahan ha añadido que, en colaboración con el Pentágono, las FDS pretenden apoderarse de los campos petrolíferos de la provincia. “Nosotros, los hombres de las tribus sirias, no creemos en las FDS ni en Estados UNidos porque quieren alzar la bandera de las FDS en el país”, añade el jeque.
La semana pasada, un nuevo grupo de yihadistas del Califato Islámico, entre ellos un comandante segundo, huyó del este de Deir Ezzor cuando el ejército regular comenzó a avanzar con rapidez en la provincia.
Las fuentes locales coinciden en apuntar la tendencia de las unidades del Califato Islámico en Deir Ezzor a abandonar sus posiciones y huir precipitadamente. Uno de los desertores más notorios es Nasr Al-Shamri, alias Jahjah, comandante del Califato Islámico en la región de Al-Basireh, al este de Deir Ezzor.
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