Por cuarto año consecutivo, la población de personas sin hogar en Estados Unidos aumentó y la cifra se acercó a las 600.000.
Entre los años 2019 y 2020 la población de personas desamparadas aumentó más de un 2 por ciento y en una sola noche de 2020, aproximadamente 580.000 personas estaban experimentando la falta de vivienda.
El incremento del 2.2 por ciento, que equivale a 12.751 desamparados más respecto al año anterior, abarca un aumento del 7 por ciento entre quienes permanecen al aire libre, lo que eclipsa con creces la modesta disminución (0,6 por ciento) de las personas que se quedaron en lugares protegidos.
El año pasado el 61 por ciento de los sin techo se alojaba en lugares protegidos, refugios de emergencia o programas de vivienda de transición, mientras que el 39 por ciento se encontraba en lugares sin refugio, como en la calle, en edificios abandonados o en otros lugares no aptos para la habitación humana.
En un video, la secretaria del Ministerio de Vivienda y Desarrollo Urbano, Marcia Fudge, calificó las cifras de “devastadoras” y dijo que el país tiene la “responsabilidad moral de acabar con la falta de vivienda”.
La estadística se hizo en enero del año pasado, es decir cuando la pandemia no había estallado y el confinamiento no había producido aún su efecto económico negativo en los hogares del país.
Por primera vez desde que se inició esta estadística en 2007, ha subido el número de familias desamparadas con niños, que constituyen algo menos de 172.000. Si bien la mayoría de las personas miembros de familias con niños menores de 18 años estaban en lugares protegidos (90 por ciento), el número de familias desamparadas que no estaba en un sitio protegido aumentó un 13 por ciento.
Los niños, ya sea en familia o solos, se alojaban con mayor frecuencia en lugares protegidos (90 por ciento) y solo se contaban 10.651 niños en lugares sin refugio.
Del total de 580.466 de personas sin vivienda, las minorías raciales continúan siendo las más afectadas entre los desamparados, con los afroamericanos en el primer lugar, al constituir el 39 por ciento del total, a pesar de que suponen el 12 por ciento de la población estadounidense. La cifra supone una subida de 9 puntos porcentuales.
En segundo puesto figuran los latinos, que constituyen el 23 por ciento entre los sin techo, mientras que representan el 16 por ciento de la población en general. El porcentaje de latinos sin techo reflejan un aumento del 5 por ciento respecto al año anterior.
Además, el número de hispanos sin refugio aumentó un 10 por ciento entre 2019 y 2020.
La Alianza Nacional para Poner Fin a las Personas sin Hogar puso de relieve el incremento significativo de las personas con alguna discapacidad que experimentan “una falta crónica de vivienda y vidas desamparadas”, que del 2019 al 2020 subió el 15 por ciento, “un marcador que sugiere un aumento de las necesidades y vulnerabilidades entre la población sin hogar”.